En situaciones de máxima complejidad o tensión son los veteranos los que suelen ‘tirar del carro’ en los equipos, sin embargo en el Málaga ha pasado lo contrario. Son los jóvenes los que aperecieron este final de temporada. En el empate en Eibar los dos goles malaguistas los anotaron dos canteranos: Murillo y Rafa Rodríguez. Este último ha sido el último en ser llamado a filas por Sergio Pellicer, quien está encantado con el rendimiento del sevillano.
Rafa Rodríguez es un jugador de peso en el vestuario del Atlético Malagueño, donde no ha podido tener la regularidad esperada por culpa de las lesiones. Cuando ha encontrado su sitio ha sido determinante en la batalla del centro del campo y en un aspecto sorprendente: el gol.
Rafa es un goleador antinatura, pues por posición no debería llevar las cifras que suma entre filial y primer equipo. Al exquisito gol del pasado lunes ante el Eibar hay que añadir ocho goles con el filial. Esto ha hecho que se proclame segundo máximo goleador del Atlético Malagueño, lejos eso sí de los 23 goles de Chupete.
Como mediocentro, el sevillano tiene un despliegue físico imponente y una capacidad defensiva, que sumada a su capacidad llegadora, se combina en un todocampista. Rafa se ha desenvuelto más como pivote en su andadura por La Academia, pero en Martiricos han descubierto una faceta goleadora que ya da alegrías al primer equipo. El club ha reafirmado su apuesta en el sevillano, quien acababa contrato este año, pero que renovará tal y como informó Radio Marca Málaga.
Rafa Rodríguez se ha ganado un hueco a las órdenes de Sergio Pellicer para el tramo final de temporada. Más allá de los dos goles que suma, el jugador se postuló como una solución más para el centro del campo. De cara al curso que viene la pretemporada será juez para saber si el jugador se quedará en el equipo o saldrá cedido.