El Sevilla FC sigue empeñado en tontear con el descenso. En Balaídos, la banda que ahora dirige Joaquín Caparrós volvió a dar uno de esos mítines que solo se veían en el Sevilla FC de mediados de los 90 del siglo pasado. Y recuerden lo que pasó entonces: dos descensos y ruina económica. Lo segundo ya lo tiene el club que radica en Nervión, una ruina institucional que al parecer ven todos los que no dirigen el club, porque los que están al frente todavía se abrazan, se dan palmadas en la espalda por el trabajo bien hecho y ven una confabulación judeomasónica en su contra. Lo de la tarde de Vigo, con un jugador más toda la segunda parte y caer de forma estrepitosa, a pesar del gol postrero de Kike Salas que maquilla el resutado, es un sainete que no lo firmaría ni los Álvarez Quintero.
Este Sevilla FC está para rezar por que no gane más el Leganés y no perder en el Sánchez-Pizjuán contra Las Palmas el martes 13, ojo para los supersticiosos. No está para nada y lo peor no es ahora, lo peor puede estar por venir, por desgracia.
Caparrós plantaba un Sevilla que intentaba tener un dibujo académico clásico de 4-4-2, pero desde la defensa ese dibujo tenía fallas. Los laterales eran dos centrales, los centrocampistas de banda eran dos laterales y los delanteros no eran delanteros, porque ni Peque ni Lukebakio lo son, son hombres de segunda línea.
Así las cosas, poco le duró la idea al Sevilla, porque a los 19 minutos Ilaix Moriba marcaba el 1-0 como si fuera Drogba. Es su segundo gol en LaLiga en 96 partidos. Antes había avisado Ramón Martínez, improvisado lateral derecho por la baja por sanción de Carmona, pero Guaita despejó su cabezazo.
El Celta dominó sin problemas la primera parte, en la que Badé tuvo que salir por un golpe en el ojo, sustituido por Isaac, lo que obligó a Caparrós a rehacer al equipo, pasando Juanlu al lateral y Ramón Martínez al central diestro. Pero el fútbol es maravilloso porque cuando menos te lo espera cambia todo. En el alargue de la primera parte, balón filtrado a Peque en el área, el catalán se hace un autopase y lo corta con el brazo Marcos Alonso. Penalti, claro, y tarjeta roja, tras revisión en el VAR. Marcaba Gudelj y ponía el empate. Por delante, toda la segunda parte con un jugador más.
Incapaz incluso con uno más
Pero era un espejismo. Este Sevilla ni tiene alma, ni fútbol, ni calidad, ni dominio, ni nada. Y en esa nadería, el Celta fue creciendo en el partido, viendo que los de rojo no aprovechaban la ventaja numérica. Entró Suso por Pedrosa (54′) para intentar tener el balón y crear peligro. Nada de nada. Al contrario, ni diez minutos después, la defensa sevillista, en pleno desbajaruste, permitía una penetración por la derecha del conjunto gallego, centro pasado al segundo palo y Mingueza, casi a placer, ponía el 2-1 en el marcador.
Quedaba mucho partido, pero todo era previsible en este Sevilla, incapaz de abrir el campo, de generar peligro y muy permeable atrás. Así llegaba el encuentro al último minuto del tiempo reglamentario y se pasó del empate a dos, con sendas ocasiones de Kike Salas y Ramon Martínez despejadas por Guaita, al regalo de la tarde de Gudelj a Borja Iglesias, que no desaprocechó la oportunidad de poner la puntilla, 3-1.
El gol de Kike Salas en el 90+7 solo sirve para el acta arbitral. Lo que importa a los sevillistas es saberse cualquier oración para rezar de aquí al martes y que contra Las Palmas no pierda el Sevilla FC. Ya no se le pide ni ganar, algo que no conoce en casa en 2025, con no perder podría valer. Qué triste mayo, con lo que ha sido este mes para el Sevilla FC.
FICHA TÉCNICA:
RC CELTA DE VIGO (3): Guaita; Mingueza (Cervi, 76′), Yoel Lago, Domínguez, Marcos Alonso; Damián (Javi Rodríguez, 46′); Ilaix Moriba, Swedberg (Ristic, 70′); Pablo Durán, Hugo Álvarez (Borja Iglesias, 83′); Iago Aspas (Fran Beltrán, 46′).
SEVILLA FC (2): Nyland; Ramón Martínez, Badé (Isaac, 45+1), Gudelj, Kike Salas; Juanlu, Agoumé, Saúl (Ejuke, 85′), Pedrosa (Suso, 53′); Peque (Álvaro Gª Pascual, 67′), Lukebakio.
GOLES: 1-0, Ilaix Moriba (19′); 1-1, Gudelj (45+8, penalti); 2-1, Mingueza (65′); 3-1, Borja Iglesias (90+1); 3-2, Kike Salas (90+8).
ARBITRO: González Fuertes. Expulsó por roja a directa al jugador del Celta, Marcos Alonso (45+6). Amonestó a los sevillistas Isaac (73′ y se pierde el próximo partido) y Kike Salas (90+4)
ESTADIO: Balaídos, 20.281 espectadores.
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