El Rey Felipe VI y la Reina Letizia han encabezado este domingo la delegación española en el acto conmemorativo del 80º aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio de Mauthausen, en Austria. La ceremonia, organizada por el Comité Mauthausen Austria, ha rendido homenaje a las más de 90.000 víctimas asesinadas en este conjunto de campos nazis, incluidos cerca de 5.300 españoles deportados, de los cuales más de 4.700 murieron en Mauthausen y su subcampo de Gusen.
Bajo el lema “¿No dijimos que nunca más?”, el acto ha centrado su mensaje en la necesidad de preservar la memoria histórica para las generaciones futuras, alertando del resurgimiento de ideologías totalitarias y xenófobas. La delegación española ha contado además con la presencia del ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, y del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, entre otros representantes institucionales y asociaciones de descendientes y simpatizantes.
«Nunca más»: el mensaje a las nuevas generaciones
Durante el acto central, los Reyes han realizado una ofrenda floral en nombre de España ante el cenotafio del campo, mientras sonaba la emotiva melodía Yo me enamoré de un aire. La Reina Letizia ha tenido un gesto de cercanía al abrazar a Dolors Pont, hija de Josep Pont, uno de los más de 5.000 españoles exterminados en los campos nazis en Austria.
En el libro de homenaje del Memorial de Mauthausen, los monarcas han expresado su respeto y solidaridad: “Recordamos a los miles de españoles republicanos que lucharon contra el nazismo y por la libertad. Que la memoria de los crímenes aquí cometidos permanezca intacta para preservar su dignidad y para no olvidar nunca el horror”, escribieron Felipe VI y Letizia. También reafirmaron su compromiso personal y colectivo con la democracia y la defensa de los derechos humanos.
“Que la memoria de los crímenes permanezca intacta para preservar su dignidad”, escribieron los monarcas en el libro de homenaje
Esta no es la primera ocasión en que los Reyes participan en actos de memoria del Holocausto. En 2020 visitaron el Memorial de Auschwitz y también estuvieron presentes en el V Foro Mundial del Holocausto en Jerusalén. Además, en 2022 realizaron una ofrenda en Viena en el monumento contra la guerra y el fascismo.
El ministro Pablo Bustinduy, en un discurso solemne, pidió perdón “en nombre del Gobierno de España” por la demora histórica en reconocer el sacrificio de los antifascistas españoles deportados a campos de concentración. “Lucharon por la libertad y fueron asesinados por ello. Debemos combatir hoy los discursos reaccionarios, neofascistas y ultranacionalistas que amenazan a nuestras democracias”, afirmó. El ministro subrayó la responsabilidad de las instituciones democráticas de mantener viva la memoria y de enfrentarse a los discursos de odio.
El horror de Mauthausen
El campo de concentración de Mauthausen, creado por los nazis en 1938, recibió aproximadamente a 190.000 prisioneros de más de 40 países, incluidos niños. Las condiciones extremas y la brutalidad de sus carceleros lo convirtieron en el único campo clasificado como de “Categoría III” por el Tercer Reich, lo que significaba las condiciones más severas de detención. Polacos, soviéticos, húngaros, españoles, franceses, italianos, y más tarde judíos deportados desde Polonia y Hungría, fueron víctimas de trabajos forzados, asesinatos sistemáticos, gasificaciones y torturas.
Miles de prisioneros murieron de hambre, enfermedades, trabajos forzados y violencia extrema. Al menos 10.200 personas fueron asesinadas en cámaras de gas instaladas en el campo central, en Gusen o en el castillo de Hartheim. El acto de este domingo no solo ha sido un homenaje a los muertos, sino también un recordatorio de que la democracia y los derechos humanos deben ser protegidos de forma permanente frente a las amenazas totalitarias.