El Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora prosigue con la identificación de cadáveres exhumados durante la dictadura y ha conseguido reconocer genéticamente los restos de seis víctimas de la prisión franquista de Orduña (Bizkaia), recuperadas del cementerio de la localidad en las campañas de 2022 y 2024. Una de ellas es Antonio Bootello Negrete, natural y vecino del municipio malagueño de Pizarra, cuya familia recibirá los restos de forma privada.
Antonio Bootello Negrete es uno de los 22 trasladados desde la prisión de Málaga. Trabajaba en el campo, estaba casado y tenía dos hijos. Fue acusado de auxiliar a la rebelión a 20 años de prisión e ingresó en Orduña el 5 de diciembre de 1939 procedente de la Prisión Central de Castuera.
Previamente, había pasado por varias prisiones, desde que fue apresado en octubre de 1939. Había sido trasladado de la Prisión Provincial de Málaga. Falleció el 22 de marzo de 1941, de gripe, a los 45 años. Sus restos fueron exhumados del Cementerio de Orduña en diciembre de 2022.
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Durante los próximos días, un equipo de Gogora se trasladará a la provincia de Málaga para entregar los restos de Antonio Bootello Negrete a su familia de forma privada, por petición de la familia. Hasta allí viajarán la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, el director de Gogora, Alberto Alonso, y una técnica de memoria y derechos humanos del Instituto.
Los otros tres identificados son José Gómez Narváez (ciudad de Badajoz), Manuel Vivas Fernández (Villagonzalo, Badajoz) y José Pozo García (Aceuchal, Badajoz). Con estas nuevas identificaciones son ya 17 los restos identificados y entregados a las familias de un total de 93.
El objetivo de este viaje es también estrechar lazos con responsables del área de la memoria histórica y democrática de la Delegación de Gobierno de Extremadura y las Diputaciones de Cáceres y Badajoz, para explorar e impulsar formas de colaboración que permitan nuevas identificaciones.
Para que identificación genética sea posible, es necesario cotejar muestras de ADN de descendientes de los fallecidos con las muestras extraídas de los restos óseos. Estas muestras familiares permiten ampliar el Banco de ADN de Gogora y aumentar la probabilidad de identificaciones, ya que en muchas ocasiones es necesario aportar más de una muestra del familiar vivo para concluir la identificación.
Gogora hace un llamamiento a las familias para que contacten través gogora@euskadi.eus o el número de teléfono. El interés, a la hora de dirigir la búsqueda de familiares en Extremadura que faciliten futuras identificaciones, está motivada porque más de la mitad (127) de los 225 prisioneros fallecidos en el campo de concentración y prisión de Orduña eran de origen extremeño (125 de Badajoz y 2 de Cáceres).
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