El Sevilla FC perdió 0-2 frente al Real Madrid el pasado domingo. Un encuentro que estuvo marcado más, por lo que sucedió en las gradas del Ramón Sánchez-Pizjuán, que por lo que pasó en el terreno de juego. Y es que la primera parte del partido, la grada de animación de Biris Norte estuvo vacía. Una primera mitad en la que se escuchaban más las protestas fuera del estadio, que lo que sucedía dentro.
Una acción en señal de protesta de los aficionados, que esperaron hasta el descanso para entrar al estadio. Tras su entrada, sacaron un tifo, como hacen habitualmente, y continuaron con las habituales protestas contra la presidencia del Sevilla FC.
El momento de máxima tensión se vivió llegado el minuto 65 de partido. En su último partido esta temporada, el Ramón Sánchez-Pizjuán se vistió de amarillo, como si jugaran en ese estadio la UD Las Palmas o el Cádiz CF. En ese momento, toda la gente al unísono protestó en contra de la directiva, centrando las miradas en Del Nido Carrasco.
Al terminar las protestas la gente empezó a lanzar los globos al terreno de juego. Eso obligó a los miembros de seguridad a recogerlos rápidamente para tratar de entorpecer lo menos posible el partido. Tras el partido, los aficionados del Sevilla FC continuaron las protestas en los aledaños.
Mientras los aficionados salían, se pudieron ver momentos de tensión dentro del estadio. Un aficionado tuvo un pequeño incidente con un miembro de seguridad, lo que provocó que se viviera un momento tenso cercano a la zona mixta. El de ayer fue sin duda, otro nuevo episodio, de una afición que lucha por destronar a su presidente.
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