Un hombre ha fallecido ahogado en la tarde de este miércoles 21 de mayo en una playa de la localidad malagueña de Fuengirola, según informa el 112, perteneciente a la Agencia de Emergencias de Andalucía.
Varias llamadas recibidas desde las 21.10 horas alertaban de la presencia de una persona ahogándose en el mar frente al Paseo Marítimo de Fuengirola. Según los alertantes, el hombre se encontraba a unos 60 metros de la orilla con dificultades para salir el agua.
Acto seguido se activó de inmediato a Salvamento Marítimo, Policía Local y Nacional, Guardia Civil y Centro de Emergencias Sanitarias (CES) 061.
Dos personas pudieron sacar a la víctima del agua y llevarlo a la orilla. Pese a los esfuerzos de los operativos desplazados a la zona por reanimarlo, no se pudo hacer nada por salvar la vida del hombre, que falleció en la playa sin que diera lugar a traslado hospitalario.
Cómo actuar en casos de ahogamiento
Cuando una persona se está ahogando, esta suele hacerlo sin pedir ayuda ni gritar, pues se encuentra centrada en mantener la cabeza por encima del agua para poder respirar, un proceso que puede durar unos 90 segundos hasta el ahogamiento, por lo que ha pedido que sean los padres o los cuidadores quienes extremen la vigilancia, incluso aunque haya socorristas presentes.
Antes de lanzarse a socorrer a la persona, es vital avisar primero a los servicios de emergencia y lanzar un objeto flotante para ayudar a la víctima, sin que los testigos lleguen a entrar al agua, pues podrían provocar una segunda emergencia.
Una vez que la víctima se encuentra fuera del agua, el doctor ha desmentido el mito de que se le deba poner bocabajo para vaciar los pulmones y que pueda respirar, sino que se le debe practicar inmediatamente el protocolo de reanimación cardiopulmonar (RCP), con ventilaciones y compresiones torácicas.
Un paso previo antes de aplicar este protocolo es comprobar si la persona se encuentra consciente, para lo que se deben dar pellizcos, tras lo que se debe pedir ayuda a las personas del entorno, abrir la vía aérea e iniciar el procedimiento, durante el que se debe comprobar si la víctima está respirando.
A las primeras cinco insuflaciones de aire de rescate deben seguirle 30 compresiones torácicas y otras dos ventilaciones, repitiendo el ciclo hasta que lleguen los servicios de emergencias o aparezcan signos claros de circulación; el experto ha recomendado turnarse cada dos minutos con otro reanimador, en el caso de que lo haya, para evitar agotamiento.