El corazón de Roland Garros latió más fuerte este domingo. Rafael Nadal, el tenista más laureado en la historia del torneo, recibió un sentido homenaje en la pista Philippe Chatrier, el escenario que lo vio conquistar 14 títulos y construir una de las mayores leyendas del deporte. En un acto cargado de emoción, el mallorquín fue arropado por su familia, miles de aficionados y sus tres grandes rivales: Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray. Fue lo que merecía Nadal, retirado desde el pasado noviembre, cuando en Málaga colgó la raqueta en una Copa Davis que le quedó grande acoger el adiós de uno de los tenistas más grandes de la historia.
Rafa Nadal y su fallido homenaje en Málaga: «No tuvo mucho sentido ni estuvo bien»
El homenaje de París, preparado con mimo por la organización del segundo Grand Slam del año, arrancó al inicio de la jornada inaugural del torneo. Las gradas, repletas con 15.000 espectadores, estallaron en una ovación interminable cuando Nadal pisó la arcilla que marcó su vida deportiva. Con una camiseta color tierra batida y el mensaje “Merci, Rafa”, no tardó en dejarse vencer por las lágrimas.
Rafael Nadal tribute ceremony. Full version. #RolandGarros pic.twitter.com/YkFVybrKas
— Roland-Garros (@rolandgarros) May 25, 2025
Un vídeo repasando los momentos más icónicos de su carrera dio paso a las palabras del protagonista. Visiblemente emocionado, Nadal apenas pudo comenzar su discurso entre los cánticos de “¡Rafa, Rafa!” que retumbaban en la central. “Gracias por permitirme despedirme aquí, en la pista más importante de mi vida”, dijo el balear, que recordó cómo su historia con Roland Garros comenzó tras perderse la edición de 2004 por lesión, solo para volver en 2005 y conquistar su primer grande con 18 años.
“Durante 20 años he vivido momentos inolvidables. Tuve la suerte de competir contra leyendas que me empujaron a ser mejor: Roger, Novak, Andy… y muchos más. Este torneo es único por su historia y por las personas que lo hacen posible”, señaló Nadal, agradeciendo a todos los que lo acompañaron en su camino: desde sus entrenadores y patrocinadores, hasta su círculo íntimo y su familia.
Mención especial para su tío Toni
Mención especial tuvo para su tío Toni Nadal, figura clave en su formación. “Tú eres la razón por la que estoy aquí. Me llevaste al límite y me enseñaste que nada se consigue sin esfuerzo. Gracias, de corazón”, dijo con la voz entrecortada. También dedicó unas emotivas palabras a su esposa, Mery Perelló, a quien definió como su “mejor compañera de vida”, y a su hijo, fuente de luz en los momentos más difíciles del retiro.
El acto alcanzó uno de sus momentos más simbólicos con la entrada en pista de Federer, Djokovic y Murray
El acto alcanzó uno de sus momentos más simbólicos con la entrada en pista de Federer, Djokovic y Murray. El ‘Big Four’ reunido una vez más, esta vez no para competir, sino para celebrar una amistad forjada en la más exigente rivalidad. “Me hicisteis sufrir, pero disfruté cada batalla”, confesó Nadal. “Mostramos al mundo que se puede competir con respeto y dejar un legado más allá de los títulos.”
En un gesto que unió pasado y futuro, la directora del torneo, Amélie Mauresmo, y el presidente de la Federación Francesa de Tenis, Gilles Moretton, le entregaron el trofeo honorífico de “leyenda” de Roland Garros. Entre vítores, flashes y abrazos, Nadal alzó a su hijo en brazos y se despidió de la pista como tantas veces lo hizo: con el alma en la tierra y el corazón en el cielo. Más que un adiós, fue un homenaje a una era irrepetible. A un campeón que convirtió la arcilla en arte y París en su segunda casa.