Allá por el verano del 2014, el Málaga se preparaba para una nueva temporada en Primera División después de lograr la permanencia en la penúltima jornada de la anterior temporada. Llegó Javi Gracia al banquillo blanquiazul y pronto dio galones a varios canteranos que tiraron abajo la puerta del primer equipo como Juanmi, Samu García y Samu Castillejo. Es precisamente este último el que atendió en su casa a ‘Área Malaguista’, de 101TV, para desgranar varios asuntos sobre su «no fichaje» por el club blanquiazul el pasado verano y su carrera, que comienza en el fútbol profesional con dicha irrupción. El malagueño recuerda con cariño sus primeros pasos en Primera División y lamenta no haber podido dilatarlos en «el club de su vida»:
«No me dio tiempo a disfrutar del primer equipo, de La Rosaleda, de mi gente. Cuando eres joven lo vives todo a fuego, muchas nuevas experiencias, cada fin de semana un estadio nuevo para ti. Sobre todo ahora que lo he visto desde fuera, es muy rápido todo, no te da tiempo a disfrutar de lo que es el malaguismo. Sigo al club desde que tengo uso de razón que iba a La Rosaleda con mi familia. Hago una temporada y me voy a otro club. Yo me acuerdo de que no me quería ir, estaba muy bien, pero ya sabéis la situación que había en ese momento, que necesitaba dinero de manera urgente y estuve contento de ayudar a salir de ese bache económico» confiesa Castillejo.
Samu Castillejo: «El Málaga me comunicó que no estaba en sus planes»
El extremo rememora su salida, a la que fue acompañado de los suyos: «Me fui con mi familia, pero el día a día con Samu fue mucho más fácil. El primer día nos miramos y dijimos “¿qué hacemos aquí? con lo bien que estábamos en nuestra casa…” pero fue una experiencia única. El Villarreal es un gran club que solo te deja buenos recuerdos, el trato al futbolista, las instalaciones, es un club ejemplar».
El actual jugador del Johor malasio recuerda con emoción lo que vivió desde la grada en la promoción de ascenso de la pasada temporada: “Pude ir al play off. Llevaba muchos años sin ir por los años que había estado fuera y al escuchar el himno se me puso la piel de gallina. Le dije a mi hermano que quería estar allí abajo, da igual la categoría, la situación y lo económico, cuando tienes ese sentimiento”.