La idea de los minipisos del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, con la que poner una venda al problema de la vivienda que existe en la Costa del Sol y en prácticamente el conjunto del país no es nueva. Ni mucho menos es una ocurrencia. Ni es la primera vez que un político la ha sacado a la palestra. En los años 2000, antes de que estallara la crisis económica de 2008, ya la promulgó María Antonia Trujillo, quien fuera ministra de Vivienda del Ejecutivo socialista de Zapatero que propuso la creación de pisos pequeños de 30 metros ante la demanda de vivienda de los jóvenes. Entonces, cuando anunció esta iniciativa en 2005, el Partido Popular se mostró muy crítico con ella.
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Durante años, en la política española se recurrió constantemente a esta polémica de los minipisos que la entrevistaba aireaba en entrevistas. «Es una reflexión y tiene su origen en un estudio de un grupo de arquitectos en el marco de Construmat. Buscan alternativas para el acceso a la vivienda y trabajan sobre una vivienda de precio limitado, de superficie reducida, en alquiler y destinada prioritariamente a determinados colectivos, sobre todo los jóvenes», explicaba Trujillo al diario ‘ABC’ en 2005 mientras que en artículos de opinión de ‘El Confidencial’ se comparaban estas viviendas de los treinta metros cuadrados con despachos de políticos que rondaban los 60 metros.
Las duras críticas del PP de entonces a Trujillo
Hace veinte años, las Nuevas Generaciones del PP y numerosos cargos políticos populares lanzaron reprimendas contra la entonces ministra de Viviendas. Incluso, llegaron a pedir su dimisión por lo que consideraban una medida «propia de los regímenes comunistas del Este; es una vergüenza si esto es lo que tienen que ofrecer a los jóvenes», según una nota del Partido Popular de entonces. Las comunidades gobernadas por el Partido Popular aseguraron que se con esta propuesta se reducirían las ayudas para acceder a una casa.
En 2009 y con el país tambaleándose por la crisis inmobiliaria, Trujillo ya había sido relevada de su cargo como ministra de Vivienda y no formó parte del segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En 2007 dejó su cargo tras la aprobación de la Ley de Suelo con la que se intentaba poner coto a la especulación. No obstante, en 2009 reconocía en una entrevista a ‘El Mundo’ que «la mayoría de mis compañeros diputados, incluso del PP, tiene minipisos de 30 metros» criticando el Plan Estatal de Vivienda 2009-2012 de una de sus sucesoras, Beatriz Corredor, quien asumió la cartera de Vivienda en 2008 tras Carme Chacón cuando el ladrillo empezaba a poner en jaque todo también rescató la propuesta de los minipisos.
En la actualidad, Beatriz Corredor es responsable de Redeia (Red Eléctrica de España) y está en el ojo del huracán por la gestión del apagón del pasado 28 de abril de 2025. Igualmente, Trujillo no se quedó solamente a vivir en la polémica de los minipisos sino que por sus vínculos amorosos y laborales con Marruecos afirmó en 2022 que Ceuta y Melilla eran una «afrenta a la integrad marroquí», un caso que creó prácticamente un conflicto diplomático.
Ahora, los nombres de Trujillo y Corredor reaparecen por esta iniciativa del alcalde de Málaga, que en al menos dos ocasiones públicas ya ha comentado su motivación de que en Málaga se pueda destinar suelo finalista a alquiler barato, con minipisos que podrían ir de 35 a 40 metros, ya que el mínimo que establecen los planes generales son 30 metros. Precisamente, hace unos días en ‘El País’ el regidor De la Torre comentaba que el PP debe acercase al centroizquierda, en un momento además en el que hasta Vox ha decidido subirse al carro de las críticas al modelo de vivienda y de los minipisos.