El incendio que ha afectado este lunes a la iglesia de San Gil y Santa Ana ha traído consigo la angustia en los vecinos de la zona. Entre ellos, Belén Pérez, a quien las llamas le generaron mucha tensión. Por su cabeza rondaba la idea de que podía perder su hogar, cercano al lugar donde se ha producido el fuego. «Me he ido corriendo porque me han llegado varios vídeos del humo que salía y la verdad es que he temido por mi casa», admite.
«Me he enterado porque me han llamado por teléfono, que estaba saliendo fuego desde la casa okupa justo al lado de mi casa», relata la vecina, quien expone que, por el dispositivo de seguridad y las labores de los bomberos, al llegar, no le permitían acceder. «Y ya me han dicho que ese edificio, que es donde está el edificio de turismo de la Junta de Andalucía, no estaba afectado y me quedé un poco más tranquila. Pero bueno, aun así tengo el susto en el cuerpo», ahonda.
«De momento lo único que me han dicho es que han detenido a dos de los okupas que habitaban esa casa. Y bueno, de momento nada más. Mi preocupación es mientras que no llegue a mi casa, sinceramente la preocupación va a seguir ahí, porque ahí no hay nada que caiga sobre mi casa, pero el miedo está», exterioriza Belén Pérez. «En cuanto a la iglesia, creo que ha pasado a la cubierta de Santa Ana y ahí sí que es verdad que ya hubiera sido un desastre si llega a entrar dentro de la iglesia, porque el daño material hubiera sido grande», precisa.
Tras una corta espera, y después del rápido esfuerzo de los servicios de emergencia, las llamas se han apagado a la espera de concretar cuáles han sido los daños materiales ocasionados tanto en el exterior de la iglesia como el las viviendas cercanas a la misma.
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