La concesión y reforma del estadio Nuevo Los Cármenes se han convertido de un tiempo a esta parte en una asignatura enquistada en la ciudad. Con independencia del color del equipo del gobierno municipal, los años han pasado sin que el Ayuntamiento y el Granada CF alcanzaran un acuerdo, con lo que la instalación se ha ido deteriorando en lo que el club renovaba de manera anual su licencia de uso. Sin embargo, ahora la luz parece asomar al final del túnel. La entidad rojiblanca anunció este domingo que se presentará al concurso público para la cesión del recinto por cuatro años, apenas tres días después de la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de las bases reguladoras del proceso. Este paso se une a los ya iniciados por el Consistorio y la Diputación, que cerrarán las esquinas y acometerán la intervención estructural por una suma superior a los cinco millones de euros, lo que acerca el lavado de cara.
Son varios los proyectos de actuación sobre el estadio que fueron quedando olvidados en algún cajón desde el pasado 2019, lapso en el que la instalación, 25.179 metros cuadrados construidos en una manzana de 73.226,98, se ha colado en campañas, debates municipales y, siempre hasta el momento, la lista de promesas incumplidas. Son cuatro plantas sobre la rasante, 13.467 metros cuadrados de superficie ocupada que conviven con un local cedido a la asociación de Veteranos del Granada CF, la oficina de la Fundación CB Granada, la oficina de medicina deportiva y el Palacio de Deportes, así como los pasillos de tránsito que lo conectan directamente con Los Cármenes. Un espacio inaugurado en mayo de 1995, destinado eminentemente a albergar eventos deportivos, pero también preparado para la celebración de otras actividades culturales, como conciertos.
Se trata de una infraestructura clave que, por ello, ha supuesto un apartado de gran peso en los últimos programas electorales municipales. No en vano, es la principal instalación deportiva de la capital y, aunque ha sufrido retoques puntuales recientemente, se encuentra ya envejecido. Goteras, muros deteriorados, balsas de agua… La lista de desperfectos es larga.
Granada Experience Park
La situación aparenta ahora estar tan cerca de ser resuelta como lo parecía en 2019. Entonces, la relación estrecha entre el club de fútbol y el Ayuntamiento de la capital, gobernado por el socialista Paco Cuenca, derivó en un acuerdo que ambas instituciones presentaron de manera conjunta el 5 de abril. Fue la presentación del denominado ‘Granada Experience Park’, un proyecto que prometía convertir Los Cármenes en un gran parque de ocio con temática deportiva, previa firma de un convenio de concesión de la instalación a la entidad rojiblanca por entre 30 y 40 años.
Aquel día, el todavía director general del Granada, Antonio Fernández Monterrubio, y Paco Cuenca mostraron el boceto que pretendía reformar toda la manzana, mediante el lavado de cara del estadio, del Palacio de los Deportes y la habilitación de espacios de diferentes usos en los alrededores. En concreto, la propuesta contemplaba zonas de recreo, de hostelería e, incluso, comercial, además de parking y algunas instalaciones de deporte alternativo.
Aquel acuerdo, sin embargo, nunca cristalizó, como tampoco el que, en aquellas fechas, presentó el PP como parte de su programa electoral para los comicios municipales. Sebastián Pérez pretendía levantar la Manzana Ciudad del Deporte, una idea similar a la anterior que combinaba la movilidad con el ocio integrada en su Gran Granada. Estaba planteada como la primera parada del teleférico a Sierra Nevada que perseguía el popular y pasaba por edificar un envoltorio que también ejercería como intercambiador de transporte.
Esa propuesta contemplaba un espacio de 8.000 metros cuadrados en los que se construirían gimnasios, piscinas, pistas de pádel cubiertas y otras instalaciones fitness. También comprendía la habilitación de distintas zonas para el comercio, el ocio, la hostelería y la investigación deportiva, sobre una superficie de 9.900 metros cuadrados. Todo ello también se diluyó.
Dos procesos desiertos
La siguiente parada en el eje cronológico se sitúa en 2022. En junio, el todavía alcalde, Paco Cuenca, anunció el aplazamiento del proceso de licitación del uso a largo plazo del estadio tras una reunión mantenida con el club, representado por Sophia Yang y Alfredo García Amado. Se prorrogó la cesión un año, con el acuerdo de habilitar en la explanada que se encuentra en la esquina del Fondo Sur un parque infantil que jamás se construyó. En septiembre las conversaciones entre Ayuntamiento y club llevaron a otra rueda de prensa conjunta. Entonces, se avanzó la publicación de un acuerdo de concesión por 30 años, con vistas al desarrollo de un proyecto de reforma de Los Cármenes que fue encargado a la empresa MolcaWorld. La idea era cerrar las esquinas y ampliar el aforo hasta los 25.000 espectadores, para lo que se rebajaría la cota del césped.
La concesión, en efecto, salió a concurso público, pero fue ahí donde, de nuevo, se enquistó el asunto. El pliego publicado incluía el desembolso de un canon anual de 576.700 euros por el uso del estadio, de los que 200.000 euros deberían ser abonados en metálico y los 376.700 euros restantes habrían de ser invertidos en actuaciones sobre la instalación, condiciones que el Granada consideró excesivas. Dejó desierto el proceso y presentó al Consistorio sus alegaciones, que plantearon la base de un nuevo pliego.
En este último, se mantuvo la cantidad global del canon anual, aunque se redujo a 75.000 euros la cantidad a abonar en metálico, con lo que la inversión obligatoria en Los Cármenes se quedaba en 501.700 euros. La modificación no satisfizo tampoco al Granada, que volvió a dejar desierto el concurso público. Las elecciones posteriores supusieron el cambio de gobierno, al cargo Marifrán Carazo, que en campaña también abordó la necesidad de acordar con el club las condiciones para la concesión a largo plazo. Empero, no hubo avances públicos hasta que el Ayuntamiento, de la mano de la Diputación, encontró una fórmula jurídica para acometer parte de la reforma del estadio y plantear el resto en el documento recién publicado. A este, sin canon alguno, sí se presentará el club.