Es un hecho sin precedentes en el último siglo en el Corpus Christi de Sevilla. La Custodia de Arfe saldrá en procesión el próximo jueves 19 de junio portada por costaleros bajo una nueva parihuela, recuperando así una antigua tradición que se remonta a finales del siglo XVI, algo que no ocurría desde 1927.
La gran novedad de esta edición, organizada por el Cabildo Catedral, supone un hito histórico y estético en la celebración eucarística más importante de la ciudad. La nueva parihuela ha sido diseñada especialmente para adaptarse a la imponente custodia, que pesa aproximadamente 500 kilos, y permitirá que más de una treintena de costaleros la porten por las calles del centro hispalense.
«La antigua parihuela estaba muy deteriorada y se percibía Que las ruedas no respondían a la sensibilidad sevillana»
Marcelino Manzano, portavoz del Cabildo Catedral y delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, explicó que este cambio responde tanto a una necesidad estructural como a una decisión profundamente simbólica. «La antigua parihuela estaba muy deteriorada y se percibía desde hace tiempo que las ruedas no respondían a la sensibilidad sevillana. Era el momento de volver a nuestras raíces», afirmó.
Seis trabajaderas
La nueva estructura cuenta con seis trabajaderas y un diseño cuidadosamente adaptado para conservar los faldones históricos, ampliados apenas 15 centímetros por el taller del bordador de Francisco Carrera, ‘Paquili’, sin alterar su estética original. El encargado de comandar la cuadrilla será Eduardo Bejarano, capataz de la Virgen de los Reyes y heredero de una reconocida saga de capataces sevillanos.
Además del valor técnico y devocional del cambio, el Cabildo destaca que esta decisión se enmarca dentro de un proceso de renovación del Corpus Christi, que en los últimos años ha sumado nuevos pasos, reforzado las vísperas y abierto la Catedral en la noche previa con conciertos y altares para la contemplación de los fieles.
«Todo este esfuerzo busca acercar al pueblo al Cuerpo y Sangre de Cristo. Nuestro patrimonio es un medio para anunciar a Dios y avivar la fe», subrayó Manzano, quien también insistió en la importancia de revitalizar las procesiones eucarísticas en los barrios y parroquias, cuya participación ha descendido ligeramente en los últimos años.
Los ensayos ya se han llevado a cabo con éxito, y las pruebas de altura y acceso a las puertas de San Miguel (la de salida) y de Palos (entrada9 han sido superadas sin dificultades, utilizando zancos plegables. La procesión, aseguran, mantendrá la majestuosidad de siempre, pero con un nuevo ritmo: el compás del costalero sevillano en todos sus pasos.
Sevilla se prepara así para vivir un Corpus Christi con sabor a historia, devoción y renovación. Una cita con una de las fiestas mayores de la ciudad que intenta cada año aumentar su esplendor.
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