Carlos Alcaraz es el hombre de moda. El deportista que con sus impresionantes logros a sus escasos 22 años está haciendo ‘olvidar’ pronto a algunos que ya no están en activo como Pau Gasol o Rafa Nadal. Todo el mundo quiere conocer un poco más del murciano que ha ganado su segundo Roland Garros y su quinto Grand Slam. Un joven simpático y del que se van conociendo algunos datos de su vida personal, como que tiene cierta pasión por la Semana Santa. El mes pasado estuvo en la Basílica de San Pedro del Vaticano viendo de incógnito a las Imágenes de Málaga y de Sevilla que participaron en el Jubileo de las Cofradías: la Esperanza perchelera y el Cachorro trianero.
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El actual número 2 de la ATP, pese a que su palmarés y las pasiones que levantan hablan de un número uno en toda regla, subió a sus propias redes sociales un vídeo en el que se veía tanto a la Virgen de la Archicofradía de la Esperanza y Paso de Málaga como al Cristo de la Expiración de la sevillana calle Castilla. Ahora, 101TV ha tenido acceso a las fotos que la andaluza María Mérida Rodríguez tomaba de un Carlos Alcaraz de incógnito, con gorra blanco, que se infiltró entre los devotos que había esos días por Roma para sacar un vídeo de los dos Sagrados Titulares que procesionaron el pasado 17 de mayo por las calles de la Ciudad Eterna.
Carlos Alcaraz cogió ‘fuerzas’ en Roma viendo a la Esperanza y al Cachorro
Se da además la coincidencia de que ese nuevo héroe español llamado Carlos Alcaraz Garfia tiene sangre trianera. La madre de este murciano de El Palmar es sevillana, por lo que tiene más simbolismo ese encuentro con el Cachorro, el Cristo de Ruiz-Gijón que dejó la esencia de la calle Castilla de Triana por el Coliseo. Como un rato más tarde lo hacia la Esperanza de Málaga.
Un triunfo de las cofradías andaluzas y de la religiosidad popular española que quiso triunfar una de las figuras del momento como este titán que ganó la final más larga de la historia en Roland Garros ante el italiano Jannik Sinner. Esta es la historia de cuando Carlos Alcaraz, que jugaba entonces el Master 1000 romano, se encomendó a la Esperanza en Roma, algo que visto lo visto con su remontada épica en París desde luego nunca pierde el bueno de Carlitos.