El Hereda Betis logró el ascenso a la Liga Endesa hace apenas unas semanas, pero su presencia en la máxima categoría del baloncesto nacional aún no es una certeza. Las dudas institucionales y económicas que rodean al club sevillano han reactivado la posibilidad de que el Covirán Granada, recién descendido, ocupe su plaza en la ACB si el equipo de Pedro Fernández no formaliza su inscripción.
Así lo recoge el diario Ideal de Granada, que informa de la prudencia con la que se mueve la entidad nazarí, consciente de que el escenario aún puede cambiar. La ACB exige requisitos administrativos y garantías económicas que el Betis, en plena transición de identidad y sin respaldo institucional consolidado, aún no ha terminado de asegurar.
Granada, expectante
A pesar de que el presidente bético, Pedro Fernández, aseguró recientemente que “no habrá problemas en inscribirse en la Liga Endesa”, el contexto real sigue sin despejarse. Desde Granada, según recoge Ideal, se sigue muy de cerca la situación de Heliópolis, conscientes de que podría abrirse una puerta para mantener la categoría tras el descenso.
El propio jugador rojinegro Jonathan Rousselle admitía días atrás que desconocen en qué categoría jugarán la próxima temporada: “He hablado hace quince minutos con el presidente y él no lo sabe”. Unas declaraciones que revelan el grado de incertidumbre que envuelve este proceso.
Incertidumbre institucional, nominal y deportiva en el Hereda Betis
Como ya publicamos hace unas semanas, el ascenso bético ha coincidido con una fuerte crisis institucional. La desvinculación progresiva del Real Betis Balompié, propietario histórico de la sección, y la nueva dirección encabezada por Pedro Fernández, a través del Grupo Hereda, han generado una situación ambigua que ni los comunicados oficiales han logrado aclarar.
Fernández ha manifestado su intención de competir bajo la denominación Hereda Sevilla Baloncesto, alejándose de la marca verdiblanca. Incluso ha llegado a proponer una camiseta con dos caras, verde por delante y roja por detrás. El propio club admitía en redes que esa es su denominación legal, aunque sin confirmar del todo qué nombre o colores utilizarán en ACB.
El reto económico
La vuelta a la Liga Endesa implica también un salto presupuestario. Y ahí reside el gran escollo. La falta de apoyos institucionales y el escaso entendimiento de Fernández con las administraciones locales complican la viabilidad económica del proyecto. Desde el Real Betis Balompié, actual patrocinador de la marca, ya han dejado entrever que no bloquearán una eventual desvinculación si eso garantiza la continuidad del baloncesto profesional en Sevilla.
Tampoco es la primera vez que Fernández amaga con llevarse el proyecto fuera de la ciudad. Durante la temporada llegó a negociar con la Diputación de Jaén para trasladar el club al Olivo Arena, aunque finalmente no fructificó. Aun así, el mensaje fue claro: sin respaldo institucional, el proyecto no tiene garantizada su permanencia en Sevilla.
La ACB, pendiente
El caso del Betis contrasta con el de San Pablo Burgos, el otro equipo que logró el ascenso a la ACB esta temporada y que ya trabaja con normalidad en su planificación. En cambio, en Heliópolis, el entrenador Gonzalo García de Vitoria, ha reconocido que vive el momento con “nervios”, consciente de que el precedente de Ourense en 2015, cuando se frustró un ascenso en los despachos, podría repetirse.
El plazo para confirmar la inscripción en ACB expira en julio, y cada día que pasa sin certezas alimenta los rumores y frena la planificación deportiva.
Entre tanto, el mercado se mueve y la indefinición puede pasar factura a uno u otro lado.
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