Las obras de reparación de la carretera A-397, que conecta Ronda con San Pedro Alcántara, han alcanzado esta semana un nuevo hito con la instalación de las primeras vigas metálicas que conformarán el tablero del viaducto. La intervención, impulsada por la Junta de Andalucía, avanza tras completarse la demolición de la estructura dañada por un desprendimiento de tierras ocurrido el pasado mes de marzo, que obligó al cierre parcial de esta vía estratégica para la Serranía de Ronda.
Los trabajos, con un presupuesto de 4,5 millones de euros, se ejecutan de lunes a domingo, con turnos nocturnos que permiten reforzar las conexiones entre ménsulas y el muro del talud. Estas labores son esenciales para garantizar la seguridad y reducir los plazos de ejecución de una vía considerada estratégica para la movilidad en la Serranía de Ronda.
Segundo día de voladuras en la carretera de Ronda-San Pedro sin un plazo fijo para acabar las obras
En fases anteriores, se ha trabajado en la estabilización del terreno, con la retirada de rocas inestables mediante maquinaria pesada, operarios especializados en trabajos verticales y voladuras controladas. También se han colocado membranas de contención en las zonas más comprometidas del deslizamiento y una pantalla dinámica de cinco metros de altura, que se ampliará en 30 metros más para cubrir una mayor superficie y reforzar la seguridad ante nuevos desprendimientos.
Una vez finalizada la instalación de las vigas, se procederá a ejecutar el nuevo tablero del viaducto con armado y hormigonado in situ. Posteriormente, se completará la colocación de membranas de alta resistencia en la parte intermedia y baja del deslizamiento, utilizando equipos suspendidos mediante grúas y patines para garantizar un trabajo seguro en zonas de difícil acceso.
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