¿Cuáles son las claves a la hora de afrontar unas oposiciones exigentes? No hay una fórmula mágica, pero este sábado 21 de junio alrededor de 42.000 personas se enfrentan a unas pruebas decisivas que le podrían plazar de profesor o maestro en los centros educativos de Andalucía. 101TV ha estado con un experimentado formador como Francisco Javier Rico, coordinador de C2Formación, que ha apuntado diferentes claves para los aspirantes al cuerpo docente andaluz. Conocer bien el formato, afrontar con solvencia un caso práctico, la gestión emocional del proceso, descansar bien y la disciplina son algunas de las claves para no caer en el caos y saber marcar la diferencia en los detalles cuando llegue la ocasión de enfrentarse al examen.
Este año la principal novedad de la convocatoria tanto en Magisterio como en Profesorado es que se vuelve a las pruebas que existían antes del proceso de estabilización que se celebró en 2024. En la convocatoria anterior, las oposiciones constaban únicamente de dos pruebas no eliminatorias: la primera consistía en el desarrollo de un tema entre tres extraídos al azar, y la segunda, en la exposición durante 30 minutos de la unidad didáctica entregada
previamente al tribunal. Sin embargo, este año se recupera la estructura que venía siendo habitual antes de 2024,
con dos pruebas, cada una dividida en dos partes, y con carácter eliminatorio.
En la primera prueba, la parte A es la resolución de un caso práctico entre tres propuestos, y la parte B es el desarrollo por escrito de un tema entre dos extraídos al azar, todo en una única sesión de 4 horas y media. Solo quienes superen esta prueba pasarán a la segunda. Asimismo, la segunda prueba también se divide en dos partes: la defensa durante 30 minutos de la programación didáctica y la exposición de una unidad didáctica sorteada de entre
las que contempla dicha programación.
Otra novedad este año tiene que ver con la logística. El acto de presentación tiene lugar el mismo día de la primera prueba, aunque tiene lugar antes de su realización. «Todo esto hace que los opositores deban prepararse de forma mucho más completa, no solo a nivel teórico, sino también práctico, oral y estratégico que requiere el proceso selectivo. En nuestro centro, nos hemos centrado precisamente en eso: en una preparación exhaustiva de cada una de las partes, para que el opositor no solo supere el proceso, sino que pueda brillar y destacar ante su tribunal», destaca Rico.
¿Cuáles son las claves para afrontar el examen con garantías?
La primera clave es conocer bien el formato actual y qué exige cada una de las pruebas. No es suficiente con saberse el temario: hay que saber afrontar un caso práctico con solvencia, escribir con estructura clara, exponer con seguridad y defender tu programación frente al tribunal, por lo que se requiere controlar una serie de estrategias
para afrontar cada prueba. La segunda clave es la gestión emocional. Una oposición no se gana el día del examen, sino en todos esos días en los que el opositor ha sabido organizarse, sostener la motivación, asumir sus errores y seguir adelante. Por eso insistimos tanto en la disciplina, pero también en la confianza en uno mismo. Y, por supuesto, la diferencia la marca el detalle. No basta con hacerlo bien, hay que hacerlo mejor que otros. Nuestra metodología parte de esa premisa: ayudar a cada persona a dar su mejor versión, adaptándonos a su perfil, a sus fortalezas y debilidades.
¿Cómo afrontan los opositores los días finales antes de la prueba?
Los últimos días son muy delicados. Hay una mezcla de ilusión, ansiedad y cansancio. Muchos sienten que no les da tiempo a repasar todo, que han olvidado cosas, o que no están listos. Pero en realidad están mucho más preparados de lo que creen. En estos días finales es fundamental no caer en el caos, no improvisar, y sobre todo no compararse con nadie. Les ayudamos a organizar los repasos estratégicamente, priorizando lo esencial, revisando temas fuertes y consolidando estrategias de exposición. También aconsejamos rutinas de autocuidado: dormir bien, comer sano, descansar activamente y visualizar el éxito. El objetivo es que lleguen al examen con cabeza fría y la convicción de que pueden hacerlo… porque pueden.
¿Cómo han cambiado estas posiciones y la forma en la que se preparan?
En realidad, las pruebas y proceso selectivo es el mismo desde hace tiempo, con pocos cambios en el formato de las pruebas. Por lo que, además de saber, hay que saber hacer con garantías de éxito y saber comunicar. Y eso es la base de nuestra formación. Por lo que no basta con enseñar temario. Tenemos que entrenar la resolución de casos reales, la defensa pedagógica ante el tribunal, la estructura visual de una unidad didáctica y la maquetación de una programación didáctica, la oratoria, la gestión del tiempo, y también la capacidad de improvisar. Pero por destacar algún aspecto que relevante, consideramos que sí ha cambiado el perfil del opositor. Ahora hay más diversidad en cuanto a prioridades, circunstancias personales, y también expectativas. Por eso, nuestra forma de trabajar es cada vez más personalizada. Nos adaptamos a cada persona, pero sin perder el nivel de exigencia. Como decimos siempre desde C2formación, una oposición no es solo una carrera de fondo, es también una carrera por destacar. Y estamos aquí para acompañarlos, empujarles y, cuando haga falta, recordarles de qué son capaces, porque tras nuestra experiencia, llegamos a la conclusión que no hay fórmulas mágicas. Hay constancia, preparación consciente y personas que creen en sí mismas. Esa es la verdadera clave para llegar al aula como docente.