Hace ya más de una década que los granadinos disfrutaron de ese último gran chapuzón en la que era la piscina de todos, la del campus de Fuentenueva, una de las que permitía, en días como los de hoy, calurosos y agotadores, poder refrescarnos bajo la sombra y el agua fría, de estas temperaturas casi infernales.
Ahora llega el verano y con él la necesidad de acudir a la playa, para los granadinos en ocasiones una odisea al estar a casi 70 kilómetros de distancia del centro de Granada, y lo que provoca que se tengan que buscar otras opciones, como son las piscinas de amigos, las comunitarias o las públicas.
En este último caso, actualmente la de la Almanjáyar sigue siendo la única opción, para todos, algo que se antoja un problema, tanto de capacidad como de necesidad.
Y es que fue en 2016 cuando se llevó a cabo la redacción del proyecto para que se realizasen reformas en el campus y piscina de Fuentenueva, y cinco años más tarde, en 2021, cuando se revisó.
Hace prácticamente un año, se iniciaban las esperadas reformas de esta piscina universitaria, con una inversión de 4,6 millones de euros, y que preveían estar finalizadas en un plazo de 13 meses, es decir, para agosto de este 2025.
Un oasis que sigue sin estar
La realidad es que, según fuentes de la propia Universidad de Granada, las obras siguen al ritmo previsto, pero no será hasta la primavera de 2026 cuando estén finalizadas por completo y a pleno rendimiento para su uso por parte de los granadinos.
En lo que se refiere a la piscina en sí misma, las obras incluyen mejoras en toda la urbanización externa, con una mayor accesibilidad e instalación de elevador móvil para personas con movilidad reducida o diversidad funcional. Además, otros aspectos que también se están tratando en toda la instalación son la climatización y depuración de la piscina, mejoras en la instalación eléctrica, megafonía y control en los accesos y también protección contra incendios en el recinto.
La intervención en Fuentenueva pretende mejorar la cobertura completa con una estructura permanente de madera laminada encolada, a fin de garantizar altos niveles de eficiencia en invierno y su apertura durante los meses de verano. De esta forma, el proyecto contempla la generación de espacios para nuevos usos y un lavado de cara a la propia piscina, lo que comprende la eliminación de las gradas.
Las 14 piscinas obsoletas de la ciudad
Hasta que los granadinos puedan contemplar y disfrutar de este espacio renovado, aún debe pasar un tiempo. La ciudad deberá seguir capeando el temporal sofocante que nos traerá esta nueva época estival a la ciudad y seguir teniendo en el recuerdo aquellas 14 piscinas que llegó a tener Granada, donde no faltaban esos espacios de relax y frescor, casi oasis dentro de la ciudad. Actualmente, la de la Almanjáyar se sigue erigiendo como la única opción, ante la llegada, esperemos, el próximo año, de la de Fuentenueva.
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