Es una de las incógnitas de los últimos años. Hace más de tres, el panteón del torero Francisco Rivera Paquirri en el Cementerio Municipal de Sevilla fue vandalizado. De la monumental escultura que preside la tumba del diestro desapareció el estoque que porta en la mano derecha. Y, hasta hoy, no se sabe nada.
Fuentes municipales aseguran que los hechos ocurrieron hace al menos tres años. Desde entonces, no se ha repuesto la pieza en la escultura, obra del escultor y arquitecto madrileño Víctor Ochoa. Lo que más llama la atención es que en todo este tiempo nadie de la familia ha denunciado el supuesto robo o rotura. La vigilancia del cementerio es competencia del Ayuntamiento, pero el mantenimiento de los panteones y tumbas es de los familiares de los difuntos. Por eso, sorprende que en todo este tiempo tampoco se hayan ocupado de la restauración de la imagen, ni los Rivera, ni los Pantoja. El Ayuntamiento de Sevilla concedió a Isabel Pantoja y a su hijo Francisco Rivera Pantoja, los 20 m2 de terreno para la construcción del panteón familiar en 1987.
La obra
La figura, realizada en bronce, aparece con la pierna izquierda adelantada, dejando recaer su peso sobre ésta y aligerando de peso la pierna derecha que solamente se apoya sobre los dedos de los pies. Con un fuerte giro de cintura, eleva el pecho y hunde el mentón enfatizando así el porte torero. El rostro muestra las facciones propias de ‘Paquirri’, siendo lo más naturalista de la obra. Esta escultura no carece de simbología, ya que en lugar de ser un mero retrato del diestro quiere mostrar la grandiosidad del mito. Se pretendía magnificar la figura de Francisco Rivera como torero, de ahí que Víctor Ochoa usara grandes proporciones en la ejecución. Además se completa dicho significado con el aro que pisa y con el que entendemos se ha querido representar su dominio en los ruedos.
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