El realismo mágico y la ficción histórica mezclada con la contemporánea. Un lugar donde se dan la mano el presente y el pasado, la magia y la realidad, la espiritualidad y la razón. Así es ‘Solo la lluvia’, la última novela de la escritora sevillana Pilar González Álvarez. La finalista del Premio Ateneo de Novela de Sevilla 2019 y Premio Literario Amazon 2023, nos sorprende ahora con una obra donde ha volcado toda su creatividad con su propia experiencia vital y profesional como trabajadora social, adentrándose en un relato con mucha ficción y no menos denuncia social.
Candeloria Navarro es su protagonista. Desde niña tuvo el don de explorar otras dimensiones y ver fantasmas y, gracias a ello, colabora con la Policía en numerosas investigaciones arrojando luz donde sólo hay oscuridad. Pero Candeloria no es capaz de ayudarse a sí misma y está atada a una vida que parece predeterminada por las circunstancias que la rodean: la estricta educación que recibió de su padre y sus complejos físicos son también otros fantasmas con los que convive.
Magia y realidad
En esta novela, el lector puede explorar junto a Candeloria sus propios fantasmas y conseguir deshacerse de ellos tal y como lo intenta la protagonista, «que cree en el destino, pero a medida que va evolucionando se va planteando si se puede cambiar» en una lucha de superación personal, admite Pilar González, que también reconoce que en el libro existe una denuncia social sobre el «estigma social y cómo a veces la sociedad actúa despreciando y rechazando a las personas que son diferentes y son tachadas de raras». Y no sólo por el don de Candeloria, sino por sus propios complejos físicos que conlleva su sobrepeso.
Candeloria suele ayudar a la policía cuando los crímenes ya han sucedido, pero la novedad que ahora se presenta en su vida es la de una premonición de un asesinato que va a suceder y cómo evitar que eso ocurra, buscando la valiosa ayuda de un inspector de policía con el que encontrará el amor de forma inesperada. Pilar González propone una historia del más allá… y del más acá.
Ser trabajadora social «es como una ayuda para darle a los personajes mayor profundidad y veracidad»
«Yo creo que los opuestos siempre hacen muy bien tándem, la lluvia actúa como un buen bálsamo para Candeloria». Este placer tan cotidiano y aparentemente superficial es lo único que consigue calmar las ataduras a su elevado don, aportándole calma, «como si sucediera una limpieza que arrastra y se lleva todo lo negativo que hay en su vida». Aunque Pilar dice no reconocerse expresamente en ninguno de los personajes, la lluvia podría ser una metáfora con la que identificar su experiencia profesional como trabajadora social y cómo influye en el relato, ya que la autora trabaja ayudando a otras personas a arrastrar lo negativo de sus vidas. La cuidada personalidad de los personajes sí que está influenciada por «el conocimiento que puedo tener a través de mi profesión, para mi es como una ayuda para darle a los personajes mayor profundidad y veracidad. Hacerlos más reales y humanos».
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