Hay una frase de un cómico de radio y televisión que dice algo así como que escribir bien es lo único que nos separa de las malas personas. El director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, decía en una entrevista que quien domina la lengua, domina la sociedad. Muchas empresas lo saben. Ocurre en lo público y en lo privado. Jugando con la frase futbolera de Bill Shankly, el lenguaje viene a ser una de las cosas más importantes de las cosas importantes para presentarse en sociedad. Pero aún así, el hecho de que en las últimas oposiciones de Educación en Andalucía, a maestros y profesores, la ortografía o la ausencia de ella haya sido determinante ha generado quejas de aspirantes y ha generado un debate. La tasa de aprobados del primer examen ha sido aproximadamente del 50%, algo más baja que en convocatorias pasadas.
Claves para afrontar las oposiciones a docente: así se forja a futuros maestros y profesores
Si la educación es un ‘valuarte’ de la sociedad, conviene por lo menos que el sustantivo esté bien escrito. Esta falta, la de escribir baluarte con ‘v’ en vez de con su correspondiente ‘b’ es una de las que se encontraba una de las personas que corregía el examen de la especialidad de Historia y Geografía. A veces son faltas de ortografía, las otras incorrecciones a la hora de expresarse como decir «incidir que» en repetidas ocasiones a lo largo de un texto en vez de «incidir en». Gramática parda que dicen.
Son numerosas las quejas de opositores que han llegado a los tribunales de opositores que consideran que en muchos casos ha existido una rigidez extrema a la hora de corregir. Así, es cierto que hay graduaciones a la hora de las faltas de ortografía. Hay aspirantes que denuncian que se han quitado puntos por tildar el solo o poner expresiones como península ibérica en minúscula. Es cierto que son casos en los que entra en juego la interpretación y el diccionario puede dar la razón al examinado.
Criba en varias comunidades autonómas
Si bien, el descalabro ha sido notable y ha habido muchos candidatos a docente en la comunidad que se han visto eliminados en el primer examen por no haber cuidado, fijado y dado el esplendor suficiente a su texto. Muchos han visto rebajado su nota por no haber afinado y haberse saltado alguna tilde. Pero, lo cierto es que hay mucha gente, tanto aspirantes como docentes ya en liza, que ven con buenos ojos esta criba que no solamente se ha aplicado en Andalucía sino en más comunidades donde se ha subido el listón con la cuestión ortográfica.
Casi el 50% de aprobados en la primera fase
En total, 18.637 personas que aspiran a una de las plazas para impartir la docencia en la Educación andaluza han logrado pasar el primer examen, lo que supone un porcentaje del 49,3% de las 37.758 participantes inscritos. A partir de este lunes 7 de junio comienza la segunda fase en la que de lo escrito se pasa a la oralidad, donde también conviene expresarse de la forma más precisa y con menos vulgarismos e imprecisiones posibles, aunque el lenguaje hablado no tenga que ser tan exhausto como el oral.
En cualquier caso, el debate está servido y hay quienes piensan que lo normal es que alguien que enseña la lectoescrictura como muchos de los aspirantes a maestros de cursos iniciáticos tengan que dominar medianamente el lenguaje y no catear en ortografía. En un mundo con cada vez menos normas, al menos el lenguaje se sirve de ellas. Para otras personas, algunas de ellas expertas y profesionales en este campo, este baremo no debía ser tan estricto y habría que ponderar más otras variables que la ortografía y la gramática. La cuestión es ¿’aprovar’ o aprender? A la vuelta de la esquina esperan 7.885 plazas de funcionario, un baluarte para una vida mejor. Eso sí, escrito con ‘b’ de burro.