El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, protagonizó este lunes un lapsus durante el pleno extraordinario celebrado en el Ayuntamiento. Mientras hablaba sobre los futuros proyectos de la ciudad, afirmó, “Sevilla va a acoger una final o semifinal del Mundial 2030”, una declaración que ha tenido que ser posteriormente matizada.
Fuentes municipales han aclarado que se trató de un error de expresión y que el alcalde se refería en realidad a la fase final del torneo, es decir, al conjunto de partidos que se celebrarán en la etapa definitiva del Mundial y no específicamente a una semifinal o final, como dio a entender.
El comentario generó cierta expectación, ya que tras la reciente renuncia de Málaga a ser sede del Mundial 2030, quedaba en el aire qué ciudad andaluza podría ocupar su lugar en el calendario del torneo.
La confusión generada por las palabras del alcalde ha reavivado el recuerdo de cuando Sevilla sí fue escenario de una semifinal mundialista. En el Mundial de 1982, celebrado en España, el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán acogió el 8 de julio el emblemático duelo entre Alemania y Francia, considerado uno de los partidos más memorables en la historia del torneo
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