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Memorialistas lamentan que el Ayuntamiento de Córdoba rechace dedicar una calle a Renée Lafont, fusilada en 1936

El presidente de la asociación memorialista Aremehisa, Rafael Espino, ha lamentado este lunes que, «tras casi cuatro años», desde que solicitó al Ayuntamiento de Córdoba que le dedicara una calle de la ciudad a la ciudadana francesa Renée Lafont, que fue fusilada en la capital cordobesa por los franquistas en 1936 y se convirtió en «la primera periodista muerta en conflicto bélico» mientras hacia su trabajo, «por fin se han dignado contestar a la petición, denegando la misma».

A este respecto y en una nota remitida a Europa Press, Espino ha recordado que, desde que presentó la primera solicitud formal al Ayuntamiento, en octubre de 2021, «hemos tenido que recurrir en muchas ocasiones al Defensor del Pueblo Andaluz durante estos cuatro años, en los que el silencio administrativo ha sido todo lo que hemos obtenido por respuesta», o bien que «se está valorando la petición».

Ahora ya ha quedado claro que «a la Gerencia Municipal de Urbanismo de Córdoba», el reconocimiento a Lafont, 89 años después su asesinato en «un acto represivo durante una guerra y mientras realizaba su trabajo, no le parece ‘prioritario’, puesto que hay muchas solicitudes», según dice el escrito recibido por Aremehisa «a través de la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz».

A juicio de Espino, ello evidencia «la falta de compromiso de las administraciones para el reconocimiento y reparación de las víctimas de la represión fratricida», porque, «si después de casi 90 años no es una prioridad la reparación, igual nos emplazan a que esperemos otro siglo más».

Para el presidente de Aremehissa, «la necesidad de que se reconozca» a Lafont «como periodista y represaliada queda ya a estas alturas fuera de cualquier duda», y «ninguna» negativa a ese reconocimiento «puede ser razonable y está que esgrime después de cuatro años el Ayuntamiento de Córdoba no lo es», pues «la detención y posterior asesinato de Renée Lafont en la ciudad de Córdoba el 1 de septiembre de 1936 unió ya su nombre y su historia para siempre a esta ciudad, que hoy, una vez más, no la reconoce».

Por eso, desde el colectivo memorialista seguirán «luchando por hacerle justicia al recuerdo de Renée Lafont, la primera periodista muerta en acción de guerra ejerciendo su labor de información. Le arrebataron la vida por ser mujer, por ejercer su profesión y por su compromiso en la defensa de la libertad y de los derechos humanos».

Nacida en Amiens el 4 de noviembre de 1877, pero criada en París, Renée Lafont estudió Letras en la Sorbona, viajó becada por el Gobierno francés a El Escorial (España) para trabajar en su tesis doctoral y desarrolló su labor profesional como periodista, novelista y traductora, alcanzando un alto prestigio y reconocimiento entre sus contemporáneos.

Era una mujer letrada, profundamente culta, feminista y políglota, pues dominaba el francés, el inglés, el español, el italiano y el alemán, además del griego clásico y el latín. Era helenista, latinista y, sobre todo, una apasionada hispanista e hispanófila casi de cuna, pues heredó de su padre el amor por España

Al inicio de la Guerra Civil decidió trasladarse a España para cubrir el conflicto para el diario ‘Le Populaire’, alcanzando la muerte tras entrar por error en territorio controlado en la provincia de Córdoba por los sublevados contra la República. Resultó herida de un disparo en la pierna derecha durante su detención el 29 de agosto de 1936 en una zona conocida como ‘Las Cumbres’, en Alcolea, cerca de la capital cordobesa, donde fue trasladada y fusilada, en el paredón del Cementerio de Nuestra Señora de La Salud, el 1 de septiembre de 1936, cuando tenía 58 años.

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