El vídeo de un grupo de señoras sevillanas cantando ‘Qué no daría yo’ de Rocío Jurado por las calles de Triana después de una noche de fiesta en la Velá de Santa Ana se ha convertido en fenómeno viral con millones de reproducciones en pocos días. El momento fue captado desde lejos y con las mujeres de espaldas, lo que le ha dado más misterio a la historia. Pero le ha durado poco el anonimato a la protagonista de este éxito de redes sociales.
La voz principal de esta improvisada actuación pertenece a Loli Durán, vecina de Triana, que ha sido homenajeada por su ejemplo de vitalidad por sus vecinos. Lo que comenzó como una canción espontánea entre amigas de vuelta a casa se transformó en un momento de alegría pura que ha emocionado a miles de personas. Por eso, en la gala de clausura de la Velá de Santa Ana, conocida como ‘Entrega de Galardones y Gozos’, Loli fue invitada al escenario para recibir el reconocimiento de su gente.
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La protagonista se emociona en el escenario al agradecer el cariño recibido por su espontánea interpretación
Eufórica, con una gran emoción, la protagonista del vídeo viral explicó cómo surgió aquel momento mágico. «Pues fue porque íbamos con dos o tres amigas y empezamos a cantar, y a decir ‘a mí yo ya no canto mucho porque se me olvida la letra’… Y así empezamos y ya nos salió ‘Qué no daría yo'», relató Loli ante un público entregado.
La sevillana quiso dedicar su interpretación «a todo el público» y especialmente «a mi coro ‘Entre dos ríos’, que es el que me tiene ‘levantá’ un poquito porque han pasado cosillas». Con humildad característica, pidió perdón por adelantado: «Me salga como me salga, me vais a perdonar».
Sólo agua y papas fritas
Loli se mostró profundamente agradecida por la repercusión: «Se han escuchado tantas palabras bonitas que le recuerdan a su padre, a su madre, a sus abuelos. Y para mí ha sido un honor después de todo lo que se ha armado, porque vamos, ha sido bien, bien grande».
Uno de los instantes más entrañables de la entrevista llegó cuando el presentador le preguntó si habían bebido algo antes de la actuación. Con total naturalidad, Loli aclaró entre risas: «No, sólo agua y papas fritas». La protagonista cerró su intervención cantando de nuevo un fragmento de ‘Qué no daría yo’, provocando la emoción del público presente. «Muchísimas gracias y hasta el año que viene, que Dios quiere», concluyó esta sevillana que ha demostrado que la música y la alegría no tienen edad.
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