Montar una fiesta y que no vaya nadie es casi tan traumático como que te ridiculicen en ella. Al Granada le sucedieron ambas cosas en su puesta de largo, un esperpento que ni Valle-Inclán se habría atrevido a escribir. Al conjunto rojiblanco le sacaron los colores en su propia presentación, en un escenario desangelado en el que el Al Ain se proclamó campeón del trofeo estival. Kodjo Laba se robó el show, autor de los dos goles que mostraron las vergüenzas del equipo de Pacheta y surtidor de aura en sendas celebraciones. Nassim, su sustituto tras el intermedio, se coronó con una maravilla que redondeó el marcador. Al menos, provocaron cierta guasa en el graderío. El cuadro nazarí tiene mala pinta y lo peor es que ya se le han acabado los ensayos. La próxima función, ante el Dépor, ya será con fuego real.
Sonó el himno, que rompió en un sonoro «¡directiva, dimisión!», y de golpe se hizo el silencio. Apenas un murmullo empezó a brotar desde la grada para acompañar el ridículo sobre el verde. Porque en los asientos tan solo había 4.575 fieles y porque tampoco tenían demasiados alicientes que les empujaran a desgañitarse. Los Cármenes lleva tiempo en barbecho, sin una semilla de ilusión que crezca hasta prender esa chispa en los aficionados, y, claro, la consecuencia es un tremendo desapego. Lo de este sábado no hizo sino enrarecer aún más el ambiente, lo que incluso derivó en cierta sorna en los goles del Al Ain. Ya no hay ni rabia en el granadinismo; tan solo hastío.
Hasta que el conjunto emiratí empezó a sacar los colores al Granada no había sucedido demasiado. Los de franjas horizontales se presentaron con un once que, presumiblemente, será casi idéntico al del estreno en Liga la semana que viene y poseídos por una pachorra que, más que consecuencia del verano, pareció ser fruto de las carencias que tiene el equipo. Porque cualquier mínima elaboración le cuesta un mundo, el tridente parece romo y los pilares atrás andan desnortados. Todo mal, en resumidas cuentas.
Aun con ello lograron los de Pacheta ser los primeros en divisar el área. Primero, tras una larga acción que emanó de una potente zancada de Baïla Diallo, que va en moto. La acción fue a parar al costado de Pablo Sáenz, que forzó su pierna menos hábil para asistir a Lucas Boyé, siempre preparado donde se clavan los goles. Respondió Khaled con una atajada felina y escupió un segundo remate con reflejos arácnidos. Después fue el extremo navarro, quien, tras espolvorear una pizca de polvo de hadas sobre la redonda con un control exquisito, se orientó hacia su zurda y pegó con vehemencia, pero sin atino.
Doblete de Kodjo
La realidad, no obstante, era que el Al Ain le estaba comiendo terreno al cuadro nazarí a cada minuto, con tanto sigilo como maldad, hasta que Lucas Boyé sintió un chasquido y con él se desmoronó el Granada. Jorge Pascual relevó al argentino, que dolorido al realizar una entrada, y Oscar Naasei, pura potencia, culminó otra acción con un zapatazo lejano directamente fuera. Lo siguiente fue la debacle. Avisó Kodjo, atento Diallo para taponar, antes de rubricar su doblete. Stoichkov despejó con la fuerza de un alevín y, en el salto con el delantero debutante, Kouadio salió ganador, a pesar de proferir al caer un alarido como si hubiera recibido una puñalada. La prolongó Kaku y el punta togolés finiquitó ante Luca Zidane, que llegó a acariciar la pelota.
Todavía se debía de estar recreando el delantero en su carismática celebración cuando la descomposición rojiblanca superó otra fase. Centró Erik desde un costado y Kodjo atacó el primer poste con olfato de tiburón, aletargado Loïc Williams en una tarde para olvidar. Esta vez incluso bailó, aplaudido con sarcasmo por los aficionados. Ya, al menos, había que reírse.
Segunda parte anodina… hasta el golazo de Nassim
El juego hasta el descanso se hizo chicloso, eternos los diez minutos de alargue, sobre todo para un Granada que no quería jugar más. Mohammed, que reemplazó a Yahya poco después de que este sustituyera al lesionado Amadou Niang, buscó la escuadra con rosca, falto de comba para poner la puntilla. Más se acercó Pascual, que erró en una posición franca, en lo que el Al Ain ponía a Zidane en más de un aprieto. Dominique, tras otra galopada de Baïla Diallo, voleó con fuerza al lateral de la red, pero para entonces el encuentro no despertaba más que apatía.
Regresaron los contendientes con Arnaiz entre el batallón rojiblanco y los de morado dispuestos a seguir dando guerra, aunque lo cierto es que el partido ya casi sobraba. Entre pelotazos e interrupciones, el Granada adecentó su imagen e, incluso, dio la sensación de equilibrar fuerzas. Souleymane Faye intentó encauzar de tacón una pelota sin dueño tras un córner y el recién entrado exhibió su golpeo con un tiro lejano que no entró por poco. Fue otra de las pocas notas positivas que el técnico rojiblanco pudo anotar en su libreta, insuficiente todavía para que el plantel mostrara nivel de Segunda. El bigoleador Kodjo se retiró, aplaudido por Los Cármenes, y Alemañ conoció a su nueva afición, sin incidencia en el choque.
Quien sí la tuvo fue Nassim, precisamente el reemplazo del ariete de cuadro emiratí, que a los diez minutos de saltar se inventó un zigzagueo maradoniano para sentenciar el bochorno. Un golazo, sin duda. Los de casa volvieron a responder con palmas, ya también por castigo a los suyos. O mucho cambia la cosa, o les espera un año muy duro.
Ficha técnica:
Granada CF: Luca Zidane; Oscar Naasei (Gael Joel, 82’), Manu Lama, Loïc Williams, Baïla Diallo; Dominique Moubeke (Pedro Alemañ, 63’), Manu Trigueros (Mario Jiménez, 75’); Pablo Sáenz, Stoichkov (José Arnaiz, 46’), Souleymane Faye; y Lucas Boyé (Jorge Pascual, 14’).
Al Ain FC: Khaled; Adis Jasic, Marcel Ratnik, Amadou Niang [Yahya, 24’ (Mohammed, 32’ (Jonas, 87′))], Erik [Rafael, 46’(Joshua, 75’)], Kouadio; Matías Palacios, Abdoul Karim, Kaku (Rilwanu, 75’); Soufiane Rahimi (Houssine, 75’) y Kodjo Laba (Nassim, 60’).
Goles: 0-1: Kodjo Laba, min. 16; 0-2: Kodjo Laba, min. 25; 0-3: Nassim, min. 69.
Árbitro: Dámaso Arcediano Monescillo, del comité castellanomanchego. Amonestó a los visitantes Kouadio y Abdoul Karim.
Incidencias: encuentro correspondiente al Trofeo Ciudad de Granada, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, ante 4.575 espectadores.