El Granada y el Alavés aceleran para cerrar cuanto antes el traspaso de Lucas Boyé, a fin de que el conjunto rojiblanco obtenga la liquidez suficiente para poder tramitar la licencia de sus cuatro fichajes pendientes de inscribir. La negociación se encuentra abierta, según indican fuentes del entorno del jugador y del propio club nazarí consultadas por 101TV, con la cantidad que suponga un punto de acuerdo entre las partes todavía por concretar. Existe un tercer involucrado, el Elche, que aún posee un 30% de la propiedad del delantero. No obstante, sí existe optimismo en que la operación pueda llegar pronto a buen puerto.
Todo marcha, en cualquier caso, para que el ariete emprenda en Mendizorroza una nueva etapa en su carrera, obligado el Granada a buscarle una salida para poder dar de alta a sus nuevos futbolistas en LaLiga. De la cuantía que ingrese el club por el 70% de Boyé, si finalmente se cierra el negocio, dependerá la cantidad de jugadores que pueda alistar. La urgencia es máxima, en tanto que la segunda jornada de Liga comienza en poco más de 24 horas y los fichajes siguen sin estar disponibles. Este lapso hasta el inicio del encuentro frente al Eibar apunta a ser determinante en el futuro del argentino.
Pacheta: «Ojalá poder contar con alguno de los fichajes que faltan por inscribir»
Lucas Boyé llegó al Granada en 2023, como recambio de Samu Omorodion después de que el Atlético de Madrid abonara la cláusula de rescisión del exrecreativista. El club granadinista abonó al Elche seis millones de euros a cambio del 70% de los derechos del punta. Desde entonces, ha sido un jugador clave. Anotó seis dianas y dio tres asistencias en su primera campaña, que concluyó con el descenso a Segunda División, y alcanzó la decena de tantos en este pasado curso, en el que también rubricó cinco pases de gol.
En el arranque de este ejercicio, el club pretendía retenerle como piedra angular del nuevo proyecto, pero la merma económica que supuso la pérdida de la ayuda por el descenso complicaba su continuidad. Entretanto, los pretendientes de Lucas Boyé se empezaron a acumular. Lo hicieron el River Plate y el Rayo Vallecano, a quienes se unió el Elche, con un «poder de recompra» reservado tras la última operación, a tenor de fuentes próximas al jugador. El interés del conjunto ilicitano se diluyó mientras incorporaba a otros delanteros y el Alavés entró en la puja con fuerza, conocedor también de las complicaciones rojiblancas.
Futbolistas por inscribir
La delicada tesitura económica en que se encuentra el Granada lo aceleró todo. Sin poder inscribir a Souleymane Faye, Jorge Pascual, José Arnaiz ni Diego Hormigo, fichados e incluso presentados la mitad de ellos, el club se vio obligado a vender y el argentino es su pieza más cotizada. El tira y afloja con el Alavés apunta a terminar en un acuerdo, pero todo debe concretarse y el tiempo apremia.
El otro futbolista que ronda la puerta de salida es Shon Weissman, que desde hace tiempo sabe que no cuenta para Pacheta y estuvo a un paso de recalar en el Fortuna Düsseldorf, frustrada la operación a causa de su respaldo a Israel en el conflicto bélico con Gaza. Esta circunstancia complica sobremanera su marcha, si bien el Wolfsberger austriaco, en el que ya militó, pretende incorporarle de nuevo. Su presidente manifestó confianza hace algunos días en que la operación se cierre, pero de momento, no hay firma en contrato. Martin Hongla también está en la rampa, sin avances conocidos en su situación.
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