El fallecimiento en vivo y en directo del ‘streamer’ francés Raphael Gravën ha cambiado por completo la metodología de una plataforma de directos, Kickstarter, cuyas normas se basaban en ser mucho más laxas que sus competidores. Este suceso ha hecho modificar la normativa provocando la expulsión de Simón Pérez y Silvia Charro, aquellos expertos inmobiliarios que se hicieron famosos en 2017 por sus espídicos consejos sobre las hipotecas de tipo fijo en una entrevista en ‘Periodista Digital’. A partir de ahí se hicieron virales por exhibir unas maneras condicionadas por las adicciones hasta el declive actual con esta pareja de economistas autodestruyéndose en directo. Prácticamente matándose y delirando.
Desde los medios de comunicación ya se venía alertando de esta degradación y de esta situación bastante desagradable en la que Simón Pérez iba haciendo pruebas como raparse de un modo patético con el triángulo a lo Ronaldo en 2002, rapándose cabeza y cejas o tomando droga dura en directo. Empezó pidiendo donaciones en esta plataforma para comer, pero la cosa fue derivando hacia el delirio con Simón y Silvia pidiendo dinero para drogarse en directo. Drogas tales como cocaína, heroína, ketamina, crack o hachís.
Humillaciones a cambio de dinero para drogas
Esta pareja en la vida real se estaba sometiendo a todo tipo de humillaciones para conseguir dinero con el que drogarse de una manera absurda, buscando prácticamente el camino directo a la muerte. Los problemas físicos de Simón Pérez son palpables con la tripa hinchada, sin poder abrir los ojos o articular palabra a ratos cuando no delirando con evidentes síntomas de haber perdido cualquier norte posible.
No obstante, la pena que produce esta pareja no es comparable al miedo y el desprecio que produce que haya gente pagando y sufragando este tipo de actividad sin ningún tipo de catadura moral y divirtiéndose a costa de dos personas que están sufriendo una auténtica condena.