Santa María de la Victoria se reencontró con los malagueños. En el último año lo ha estado con su peregrinación por los barrios y las parroquias de la ciudad, pero el día 8 de septiembre es el especial. En el que la devoción por la Patrona se vive con más intensidad en la capital de la Costa del Sol. Los malagueños acompañaron en todo momento al trono que salió al filo de las 20.00 por la puerta del Patio de los Naranjos de la Catedral con una bonita petalada y se fue encontrando con mucha gente por las calles del Centro hasta su encierro en torno a la medianoche en su Basílica y Santuario.
Málaga vivió una tarde-noche victoriana con un cielo azul impregnando de luz la escena de la Patrona de Málaga caminando por calles atestadas de público ya desde la salida. Reinando en calle Larios, todavía con los toldos veraniega, y que vivió momentos especiales con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga por delante y detrás del trono la Banda de Música Maestro Eloy García de la Archicofradía de la Expiración.
Momentos especiales en el barrio de la Victoria
Momentazos como el de las petaladas de Casapalma, donde el sentir cofrade y la devoción por la Patrona de Málaga se sintieron de una forma especial. Después llego el saludo de la Hermandad del Rocío-La Caleta a los sones de la flauta en la calle Madre Dios. También fue especial cuando el cortejo recortó la Plaza de la Merced para embocar la calle Victoria, reabierta al tráfico el viernes pasado, y por la que Santa María de la Victoria se encontró con el saludo de la Cofradía del Rico con el sonido de las campanas cofrades, los bailes tradicionales de la Federación de Peñas o la música de La Cuarentuna con una bonita interpretación de ‘La Auora’.
Ya en el tramo final, en su barrio, la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos se despidió de la procesión tocando una marcha pasando la Virgen por delante de los músicos. Por último, el encierro en el Santuario y Basílica de la Patrona de Málaga, que se guardó dejando una jornada ‘victoriana’ de mucha devoción cofrade en la ciudad.