En las inmediaciones del Faro de Torrox se encuentra una de las ciudades romanas más importantes de la Axarquía, la antigua Caviclum. A mediados del siglo XIX, en las inmediaciones del yacimiento, se construyó lo que hoy conocemos como el Faro de Torrox, uno de los puntos más estratégicos de la zona. Quien se encarga de reflejar y compartir la historia romana torroxeña es Aurora Urdiales, arqueóloga al mando del Centro Interpretativo Faro de Torrox.
La antigua Caviclum estaba compuesta de más de 35 estancias documentadas, y hoy la conocemos como una ‘villa a mare’ por su frontal marítimo que le dotaba de una posición clave por el acceso a recursos marinos. Tenía una ubicación «privilegiada», seguía el itinerario Antonino, se encontraba entre Sexi (Almuñécar) y Maenuba (desembocadura del río Vélez), lo que le dotaba de un exhaustivo control de tráfico marítimo mediterráneo y atlántico. De los mosaicos que revestían la villa quedan muy pocos, o bien han sido destruidos, se han perdido a lo largo del tiempo o se lo han llevado al Museo Arqueológico de Málaga.
Hornos, termas y salazones
Bajo el Mirador del Faro se encuentra la factoría de salazones, en este se trozaba y salaba el pescado para su conservación y producción de ‘garum’, una salsa hecha con las vísceras del mismo. La ciudad está datada entre los siglos I y IV d.C.
Además de la factoría, Caviclum cuenta con una zona de descanso, las conocidas termas. Revestidas la mayoría con mármol que todavía en algunas zonas se mantiene, era una de las zonas favoritas de los romanos. El solar se encuentra protegido al público por vallas, lo que imposibilita su visita.
Otro de los factores que lo posicionan como una de las ‘villa a mare’ más destacadas es el caso excepcional del horno de Torrox. El primer horno data del siglo I a. C, sin embargo, este fue destruido para construir otro de tipología distinta. «Esto es bastante inusual, pues lo normal es su uso simultáneo», expone la arqueóloga. Su importancia le llevó a la portada de un congreso internacional sobre cerámicas industriales, más conocidas como ánforas.
Aunque todavía quedan sectores no excavados dentro del recinto, como su antigua carretera de acceso, áreas de huertos y corrales del farero, las últimas se llevaron a cabo en los años 80 realizadas por la Universidad de Málaga. Las intervenciones posteriores han sido principalmente vinculadas a obras, sin embargo, actualmente se necesita de una revisión integral con una metodología más moderna.
«Uno de los faros más importantes de la Axarquía»
Su prominencia frente a otros faros cercanos, por ejemplo el de Torre del Mar, es gracias a su visibilidad y su emplazamiento destacado. Su punto estratégico lo sitúa como uno de los más importantes de la costa malagueña. “Si estás en Nerja lo ves desde la playa, y desde Torre del Mar igual”, confirma Aurora Urdiales.
«Hoy día, la torre se mantiene prácticamente intacta, las remodelaciones afectaron solo la vivienda anexa, donde vivía el farero», indica Aurora quien recuerda que en los años 70 se amplió con dos alas y una tercera vivienda. La obra civil es de cantería y todavía se mantiene pese al desarrollo urbano de la zona.
El conjunto arqueológico del Faro de Torrox es hoy uno de los más destacados. La antigua casa del farero es actualmente un Centro de Interpretación, su entrada es libre y está compuesto por un museo repleto de réplicas de lo que algún día conformó la ‘villa di mare’ de Torrox.
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