El próximo domingo 21 de septiembre tendrá lugar en Arizona, un acto multitudinario en memoria de Charlie Kirk, el joven activista conservador asesinado durante una conferencia en una universidad de Utah. El homenaje, titulado ‘Construyendo un legado: recordando a Charlie Kirk’, se celebrará en el State Farm Stadium, un recinto con capacidad para 63.000 personas, ampliable a 73.000, en el que habitualmente juegan los Arizona Cardinals de la NFL.
El evento lo organizará Turning Point USA, fundada por Kirk en 2012, y estará dirigido por su viuda, Erika Kirk, quien ha asegurado que este encuentro no será un funeral convencional, sino una ceremonia conmemorativa pública destinada a recordar y reforzar la imagen de su esposo.
La presencia confirmada de Donald Trump ha multiplicado el interés mediático y político en torno al acto. El expresidente, que mantenía una estrecha relación con Kirk, está previsto que pronuncie un discurso de homenaje, aunque la organización aún no ha hecho público el programa oficial de intervenciones. La asistencia de Trump convierte el encuentro no solo en un tributo personal, sino también en un escenario de fuerte carga simbólica para el movimiento conservador estadounidense, que pretende mostrar unidad en torno a la figura del activista fallecido.
Charlie Kirk recibió un disparo en el campus de la Universidad del Valle de Utah el miércoles. Lo trasladaron al hospital, donde finalmente fue declarado muerto. El infractor se llama Tyler Robinson, un hombre de 22 años, que ya ha sido arrestado y procesado por homicidio agravado, entre otros cargos. Su muerte, con apenas 31 años, ha sacudido profundamente el panorama político del país. Para muchos de sus seguidores, Kirk se ha convertido en un mártir de la libertad de expresión y de la causa conservadora.