El centro histórico de Málaga vivió este lunes una situación insólita que sorprendió a comerciantes, vecinos y turistas. Un apagón de cuatro horas, registrado en plena jornada comercial, dejó sin electricidad a unos 150 negocios, obligando a muchos a cerrar sus puertas o a improvisar soluciones para atender a los clientes. La calle Císter se quedó sin luz afectando a numerosos comercios del entorno de la Catedral.
La incidencia comenzó a las 13.00 horas y se prolongó hasta las 19.00, afectando principalmente a la calle Císter, una de las vías más transitadas junto a la Catedral, así como a varios puntos del entorno monumental. La imagen de comercios y restaurantes con las luces apagadas, cajas registradoras inactivas y datáfonos fuera de servicio marcó una tarde negra para la actividad económica de la zona.
Según fuentes técnicas de la compañía eléctrica, el origen del apagón estuvo en una arqueta situada en la calle Císter, de la que comenzó a salir humo a mediodía tras quemarse un cable en su interior. Aunque los operarios de la compañía eléctrica actuaron con rapidez, no fue posible restablecer el suministro de inmediato. Tras varias horas de trabajos, se consiguió aplicar una solución provisional que permitió devolver la luz al caer la tarde.
Por el momento, se desconocen las causas exactas del incidente. Los técnicos continúan investigando qué provocó la quema del cable y trabajan en la reparación definitiva para garantizar que no se repita.
El suceso dejó imágenes llamativas de turistas y lugareños sorprendidos, carteles colgados en los escaparates de los locales explicando la situación, así como de comercios que perdieron buena parte de la jornada de ventas. Un recordatorio de la dependencia total de la electricidad en pleno corazón de Málaga, que recuperó la normalidad justo al final de la tarde.
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