Después del error garrafal en el programa de cribado de cáncer de mama, el Gobierno andaluz intenta ahora recomponer la confianza en el sistema público de salud, que dejó sin revisar durante meses a unas 2.000 mujeres con mamografías dudosas. El consejero de Presidencia, Antonio Sanz, que ha asumido temporalmente las competencias sanitarias, ha asegurado este viernes que ya se ha contactado con las mujeres afectadas para que todas tengan cita antes del 30 de noviembre.
Lo ha hecho tras la reunión junto al presidente de la Junta, Juanma Moreno, con Consejo Andaluz de Colegios de Médicos para escuchar propuestas de los profesionales y abordar las medidas puestas en marcha para afrontar la crisis. El encuentro, celebrado en el Palacio de San Telmo, se produce apenas dos días después de la dimisión de la consejera de Salud, Rocío Hernández, y de la presentación de un plan de choque con doce millones de euros para resolver los retrasos en las pruebas diagnósticas.
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Sanz ha reconocido que la Junta ha actuado «con humildad y pidiendo disculpas» por los errores cometidos, aunque defendió que el sistema sanitario «ha reaccionado con rapidez». El plan de choque incluye la contratación de 119 profesionales —entre ellos 65 radiólogos— y una revisión del protocolo para garantizar que las mujeres conozcan los resultados de sus mamografías desde el primer momento.
Por su parte, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Alfonso Carmona, ha calificado la reunión de «fructífera» y ha asegurado que por primera vez en más de un año «se ha escuchado realmente a los médicos». Carmona subrayó que el objetivo común debe ser atender con prioridad a las mujeres afectadas y evitar que una situación similar vuelva a repetirse.
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