La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 58 años como presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación ocurrido en el interior de una vivienda del área metropolitana de Granada. El suceso, que tuvo lugar a mediados del pasado mes de octubre, se saldó con la víctima amordazada y atada de pies y manos después de un violento forcejeo con el asaltante.
El robo se produjo de madrugada, cuando el propietario de la vivienda se despertó al escuchar ruidos procedentes de la planta baja. Alarmado por el sonido, bajó para comprobar qué estaba ocurriendo y se topó con un individuo encapuchado y con mascarilla, que trataba de ocultar su identidad. Fue entonces cuando se inició una tensa confrontación entre ambos.
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El asaltante, armado con un cuchillo, amenazó al dueño de la casa y le exigió que le entregara todo el dinero que tuviera en el domicilio. Bajo la intimidación del arma blanca, el hombre accedió a acompañar al intruso hasta el dormitorio, donde guardaba su cartera. Sin embargo, durante el trayecto se inició un forcejeo entre ambos que acabó con la víctima herida: sufrió varios cortes en las manos mientras intentaba defenderse del ataque.
Tras reducirlo, el ladrón lo amordazó y lo ató de pies y manos para inmovilizarlo. Posteriormente, sustrajo dos tarjetas bancarias, un teléfono móvil y una motocicleta antes de huir apresuradamente del lugar. Una vez el asaltante abandonó la vivienda, la víctima logró liberarse parcialmente y salir a la calle para pedir ayuda a los vecinos, quienes alertaron de inmediato a las autoridades.
Una investigación meticulosa
Tras recibir el aviso, una patrulla de la Guardia Civil se desplazó de inmediato hasta el domicilio. Los agentes confirmaron la versión del denunciante y activaron al equipo territorial de Policía Judicial encargado de investigar los delitos cometidos en el área metropolitana de Granada.
Desde ese momento comenzó una investigación minuciosa para tratar de localizar al responsable del violento asalto. Los agentes inspeccionaron la vivienda en busca de huellas, rastros de ADN o cualquier otra pista que pudiera conducir a la identificación del autor. Asimismo, tomaron declaración a la víctima, que aportó detalles sobre la estatura, complexión y vestimenta del ladrón, así como sobre los objetos sustraídos.
Uno de los aspectos clave de la investigación fue el análisis de las imágenes captadas por cámaras de seguridad de la zona. La Guardia Civil recopiló grabaciones de establecimientos y viviendas próximas, reconstruyendo así parte del recorrido que el sospechoso habría seguido antes y después del robo. En varias de esas imágenes se observaba a un individuo que coincidía con la descripción aportada por la víctima y que, además, conducía una motocicleta similar a la sustraída.
Los investigadores también llevaron a cabo gestiones en torno al uso de las tarjetas bancarias robadas. A través de movimientos sospechosos y localizaciones de cajeros automáticos, consiguieron acotar el radio de búsqueda y seguir el rastro del presunto autor. Gracias a la coordinación entre distintas unidades de la Guardia Civil, se logró confirmar su identidad y ubicarlo en un municipio cercano a Granada capital.
El sospechoso fue arrestado tras ser identificado
Finalmente, el pasado lunes la Guardia Civil procedió a la detención del sospechoso, un hombre de 58 años con antecedentes policiales, como presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación. Su arresto se llevó a cabo sin incidentes, y posteriormente fue trasladado a dependencias oficiales para la instrucción de diligencias.
Durante el registro practicado tras su detención, los agentes intervinieron diversos objetos relacionados con el asalto, entre ellos prendas de vestir que coincidían con la descripción ofrecida por la víctima y algunos efectos personales cuya procedencia se está investigando. La motocicleta sustraída fue localizada en las inmediaciones de su domicilio y recuperada por los agentes.
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El detenido ha pasado a disposición del Juzgado de Guardia de Granada, que será el encargado de decidir sobre su situación procesal. La investigación continúa abierta por parte de la Guardia Civil, que no descarta su implicación en otros robos cometidos con un modus operandi similar en la zona metropolitana.
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