El Kiosco La Tía María, situado en mitad del reformado paseo marítimo de Melicena, es un lugar de reunión habitual para muchos vecinos de esta pedanía de Sorvilán, que acuden a tomar café, helados o un refresco, especialmente durante los meses de verano y en los fines de semana de otoño e invierno. María Martín, socia colaboradora de esta food truck cafetería, está viviendo en las últimas semanas un auténtico calvario ya que una obra en una casa en ruinas próxima amenaza con tener que cambiar su ubicación. «Es un sinvivir», cuenta a 101TV Granada María, quien teme encontrarse alguna mañana «con una máquina en la terraza para tirar el muro que pide la constructora y que todo esté hecho escombros».
María asegura que cuenta con la licencia de Costas para esta food truck cafetería, concedida para cuatro años. Por este motivo, no está dispuesta a que la constructora encargada de una obra en un edificio cercano al kiosco tire el muro y esto afecte a su negocio, el cual tendría que mover su ubicación. «Les he dicho que pueden entrar a la terraza cuando yo tenga cerrado, para que no afecte a mis clientes, y tirar el muro, pero no puedo moverlo. Tengo todo en regla y no pueden obligarme a quitarme de ahí. No puedo pagar los gastos que generaría el cambio, pues habría que volver a dar de alta un nuevo punto de luz», comenta.
Un negocio que es «una gran ayuda» para su familia
Este kiosco no es el sustento principal para María, pero sí una gran ayuda para su familia. «Lo tengo abierto para ayudar a mis hijas. Lo que gano ahí, especialmente en la temporada de verano, es de gran ayuda para ellas», asegura. María insiste en que tiene la licencia de Costas por cuatro años y que no le pueden obligar a cambiar su ubicación si el muro desaparece. «Lo tengo todo legal y Costas no se opone a que el kiosco se mueva, nos dice que lleguemos a un acuerdo, pero yo no puedo pagar los gastos que supondrían el cambio. Lo movería si me diesen un sitio y me pagasen todos los nuevos gastos de agua, luz, saneamiento», insiste.
María ya se vio obligada a retirar un cañizo que colocó en la terraza junto a su kiosco para que hiciese sombra y una caseta que había al lado debido al avance de las obras en la construcción que contará con áticos y apartamentos junto al paseo marítimo de Melicena, pero no está dispuesta a mover el remolque del kisoco como le piden desde la constructora, ya que cuenta con todos los permisos para que esté allí situado.
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