La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal que se dedicaba a la fabricación, distribución y ventas de tabaco de contrabando, con la detención de 45 personas de diferentes localidades de la provincia de Sevilla por su supuesta implicación.
La investigación, denominada operación ‘Italica 150 Kanterpin’, comenzó a mediados del 2024 cuando la Guardia Civil recibió denuncias de ciudadanos anónimos y de la asociación de estanqueros de Sevilla del aumento exponencial de la venta ilícita de cajetillas de tabaco de contrabando en diversos municipios de la provincia.
Manipulación antihigiénica y dispersa
La organización picaba y manipulaba las hojas de tabaco, de origen desconocido, en lugares inapropiados sin ningún control higiénico-sanitario, como naves industriales o parcelas rústicas con aparente suciedad. Además, utilizaban domicilios, trasteros y naves sin aparente actividad y cerradas al público para ejercer esta actividad ilícita, asentadas en diferentes localidades dentro de la provincia de Sevilla.
La investigación fue dividida en dos fases. La primera se centró en identificar los diferentes puntos donde se establecía la venta de las cajetillas de tabaco al cliente final, en la que se logró la identificación de tiendas de alimentación, tiendas 24 horas y quioscos, la mayoría centralizados en el municipio de Coria del Río. También se localizaron tiendas que operaban bajo la misma premisa en las localidades de Bormujos, Benacazón, La Rinconada, Lebrija y Bollullos de la Mitación.
En esta fase se consiguió identificar a la cabecilla de la organización, una mujer de Coria del Río que realizaba la fabricación, distribución y ventas de cajetillas de tabaco junto con miembros de su familia y otras personas allegadas. Para ello, utilizaban una nave industrial como punto central ubicada a las afueras de la localidad de La Rinconada.
Múltiples implicados
En la segunda fase, la Guardia Civil reconoció a las personas que abastecían la mercancía ilícita y localizaron tres guarderías de tabaco, una en un polígono industrial de Guillena, otra en un polígono de Alcalá de Guadaira y la tercera en una parcela de Utrera.
La hoja de tabaco cruda llegaba a estos lugares para picarla y distribuirla a la fábrica principal y a las secundarias. También descubrieron dos imprentas, una de ellas en Arahal y otra en Dos Hermanas, que se dedicaban a la impresión de las cajetillas falsificadas para el posterior empaquetado de los cigarrillos.
Posteriormente, se identificaron tres estanqueros, uno en Sevilla capital y dos en La Rinconada, desde donde se vendían las cajetillas de manera desapercibida. Esta función era también era realizada por un centro informático, el cuál poseía un almacén logístico en un polígono de Écija. Asimismo, una clínica de prótesis dental se encargaba de empaquetar las cajetillas mediante máquinas industriales.
Detenciones e incautaciones
La Guardia Civil logró identificar en el interior de un domicilio de Villaverde del Río otro centro de fabricación y guardería de tabaco y dos trasteros en la localidad de Salteras en los que un ingeniero tenía un taller clandestino para la reparación de las máquinas industriales que elaboraban los cigarrillos, así como máquinas de picado de hija de tabaco y máquinas para el empaquetado.
La operación finalizó con la incautación de más de una treintena de maquinaria para la elaboración y empaquetado del tabaco, 16 vehículos, 31.897 euros en efectivo, 301.900 cajetillas de tabaco impresa, 1.800 cartones de tabaco impreso, más de 10 millones de cigarrillos con filtros para ser rellenados y 25.500 bolsas para empaquetar, además de los 45 detenidos entre los que destacan tres estanqueros, dos imprentas y personal de la clínica de prótesis dentales.
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