La entidad verdiblanca tendrá que prolongar su exilio en La Cartuja. Lo que iba a durar dos temporadas se alargará más, después de que la remodelación del Benito Villamarín haya sufrido retrasos en la fase de licitación.
Nueve constructoras se presentaron al proyecto, pero ninguna cumplió las expectativas del club. “Ninguna propuesta satisfacía ni económica ni técnicamente”, explicó el director general Federico Martínez Feria.
Negociaciones abiertas
El club verdiblanco mantiene ahora conversaciones con tres empresas. “Abrimos un proceso colaborativo mientras terminamos la demolición. La obra no ha parado ni va a parar”, señaló Özgür Unay, consejero de infraestructuras.
El objetivo es adjudicar el proyecto en el primer trimestre de 2026, para después iniciar las pantallas de contención y avanzar en la mejora del diseño.
“lo normal es que se esté por encima de las dos temporadas previstas”
Martínez Feria admitió que “lo normal es que se esté por encima de las dos temporadas previstas”. Aun así, el contrato con La Cartuja contemplaba la posibilidad de una prórroga. El directivo recalcó que el proyecto “se financiará con los recursos que genera el club” y que los beneficios llegarán a medio plazo.
Goldman Sachs
El Betis ya tiene cerrado un préstamo de 125 millones de euros con Goldman Sachs y trabaja con la entidad para alcanzar los 250 millones destinados a la remodelación del estadio. “Estamos tranquilos, la financiación no será un problema”, insistió Martínez Feria.
La demolición continuará hasta finales de año, para dar paso a la fase de excavación a comienzos de 2026. “Vamos dentro de los plazos previstos”, aseguró Unay.
El consejero también adelantó detalles sobre la futura cubierta del Villamarín, adaptada a los nuevos avances técnicos: “El montaje se hará desde abajo y se alzará dentro del campo, un proceso que puede durar hasta tres meses”.
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