Luis Rubiales jugaba este viernes en casa y lo sintió así desde el mismo momento en el que puso un pie en la abarrotada sala del hotel donde presentó su libro en Granada. ‘Su afición’, decenas de conocidos y nombres reconocidos del fútbol de barro granadino, le recibió con un cerrado aplauso, emocionado el que fuera presidente de la Federación Española de Fútbol. Esta vez no hubo huevos. Sí muchas muestras de cariño, y un mensaje en el que el motrileño insistió: «Conozco lo que he hecho y sé lo que soy».
‘Matar a Rubiales’ se dio a conocer en pleno centro de Granada, donde el exfutbolista se siente cómodo. «Estoy muy a gusto. Salimos los viernes, nos vamos al Provincias o a Los Caracoles», confesó conforme se iba soltando. Porque en su tierra se mueve con naturalidad. «Me habéis visto todos para arriba y para abajo, voy a correr por el río y voy al gimnasio», se encogió, respaldado por su socio, también investigado, Francisco Javier Martín Alcaide, más conocido como Nene, propietario del hotel que acogió la presentación.
El tío de Rubiales, Luis Rubén, detenido por lanzarle huevos
Y en ese ambiente distendido, se soltó hasta donde pudo sin hacer spoiler de su publicación. No esquivó el episodio con su tío apenas 24 horas antes, que vinculó directamente con el «despido procedente» de otro de sus tíos, Juan, que era director del gabinete de la Federación. «No quiero contribuir a esto. Es mi familia y me duele», alegó, para seguidamente centrarse en su misión este viernes. «El libro es poner luz donde no la hay. Estoy investigado por una información falsa a sabiendas de un periodista que se llama José María Olmo, del Confidencial», señaló, al igual que entre las páginas apunta directamente que Juan «era un caballo de Troya».
«Tengo la conciencia muy tranquila. Me han hecho escuchas telefónicas, han cogido toda la documentación, correos, WhatsApps… Estoy muy tranquilo», insistió, antes de abordar otros capítulos desagradables. Entre ellos, su detención. «El día que me detuvieron, cuando llegaba de República Dominicana, estaba mi padre con su mujer esperándome en el aeropuerto. He de decir que la UCO me trató muy bien», ha afirmado, al tiempo que ha invitado a Nene a subir al escenario para recordar la situación. «Entraron 20 personas encapuchadas. Estábamos a las 8 de la mañana desayunando. Fue un tema muy muy duro. Con todo lo que hemos presentado, cada vez está más cerca el archivo y esa exoneración», sostuvo.
Tebas, Errejón y Pedro Sánchez
En la misma línea de defensa, cargó contra Javier Tebas, a quien ha acusado de intervenir en medios de comunicación para que no publicaran ciertas informaciones. «Cuando todo el sistema está en contra y no pasas por el aro, es complicado. Hago alusión a Goebbels, el ministro de propaganda nazi», ha desarrollado. Pero el presidente de LaLiga no es la única persona hacia la que se ha dirigido Rubiales. «El señor Errejón me negó la presunción de inocencia. Yo no lo voy a hacer», ha apuntado al exdiputado, antes de saltar a Pedro Sánchez, a quien, a su modo de ver, «le vino muy bien» la controversia en torno al granadino «porque tenía que mentir a todo su electorado». «Yo le voté y a mí me mintió», ha aseverado.
«Ha sido una continua batalla desde antes de llegar. Lo hemos pasado mal y se ha tratado de transmitir lo contrario. De los medios de comunicación me creo muy poco, cada vez, me creo menos», ha apuntado, de nuevo sobre sus frentes abiertos, tras un tiempo en el que ha permanecido en cierta medida en el ostracismo. «He envejecido un poquillo estos dos años. Sí se cambia en la vida. Es bueno cambiar y evolucionar», ha apuntado.
También ha abordado el beso a Jenni Hermoso. «He hablado tanto en las últimas entrevistas que no sé si queda alguna pregunta. No voy a cambiar mi versión ni mi opinión. Hay gente a la que le enfada que no me pida perdón Jenni Hermoso», ha esgrimido, todavía sin conocer, afirma, el problema que hubo en el vestuario de la Selección Española Femenina con el seleccionador. «Intentaron por todos los medios que cesara a Jorge Vilda con una llamada a 4 con Irene Paredes, Alexia Putellas y Patri Guijarro. Yo nunca he pedido la cabeza de un entrenador. Siempre he defendido a los entrenadores que he tenido. Para mí, un capitán que vaya a hablar con el presidente para cargarse a un entrenador es algo que no concibo», ha ahondado a este respecto. «Cuando pudieron apretar, dijeron ‘ahora es la nuestra’. Irene Paredes dijo que esto era muy importante, que había que matar a Rubiales para que caiga Jorge Vilda», ha asegurado.
Pero todo ello ya lo deja en un segundo plano, más profundo en su libro. Porque en Granada, rodeado de familiares, amigos y gente del fútbol, solo quería sonreír. «Yo no he estado muerto nunca. He tenido momentos difíciles, cuando he visto a mi madre sufrir y a mi padre, que disimula mejor pero lo noto», ha sostenido, convencido de que el lema que llena su grupo familiar de WhatsApp es casi un dogma: «Los Rubiales somos fuertes».