El que fuera presidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales ha sacado un libro de más de 500 páginas en el que hace frente a todas las guerras que tiene abiertas. Muchas cuitas pendientes de un andaluz que llegó a ostentar uno de los cargos con más poder que se puede tener en un país balompédico como España, el de presidente de su ente federativo.
De hecho, tras otro motrileño como Francisco Javier de Burgos que diseñó las provincias españolas en 1833 (un mapa que se mantiene en su mayoría), es quizás el ‘político’ granadino más influyente en los últimos siglos. En una entrevista con 101 Televisión ha descrito lo que considera que fue la «tormenta perfecta» para desbancarlo de su puesto y que ya se venía gestando, según él, con cierta ‘andaluzafobia’ al intentar ridiculizar su acento. Quizás en lo único que coincida con María Jesús Montero, contra la que también tiene dardos a lo largo de su intervención.
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En estos ajustes de cuentas del granadino salen recurrentemente nombres como el de Javier Tebas, acaso su mayor enemigo en el plano futbolístico y profesional; el de su tío Juan, el hermano de su padre que lo traicionó y denunció a la Fiscalía; el de jugadoras díscolas como Irene Paredes que asegura quería echar a Jorge Vilda y de camino fue también a por él; la «extrema izquierda» de políticas como Irene Montero o Yolanda Díaz que capitalizaron las manifestaciones contra su persona; el de la FIFA por su apego a Ceferin (UEFA) en la guerra entre el organismo mundial y el europeo; y todo ello metido en la batidora de lo ‘woke’, eso que ahora vendría a definir la cultura ‘progre’ con postulados que vienen desde Estados Unidos y que a juicio de Rubiales se ha instalado en el establishment pese a que los jóvenes creen cada vez menos en el feminismo por su supuesta radicalización.
Así describe Rubiales la «tormenta perfecta»
«Cuento en el libro cómo hay diferentes vasos comunicantes que en ese momento forman la tormenta perfecta. En primer lugar las 15 jugadoras, que son 18, porque Jenni, Irene Paredes sobre todo y Alexia Putellas están. Irene Paredes insistió muchísimo en que le cortara la cabeza a Jorge Vilda, por texto, por llamadas, y yo aguanté. Y ahí vio la posibilidad de decir pues ahora vais a caer los dos. La extrema izquierda, con Yolanda Díaz e Irene Montero, tratando de llevar la bandera del feminismo cuando alguna de ellas tiene a alguien dentro de su organización con denuncias y en vez de creer «yo sí te creo hermana», lo nombra portavoz y lo elevó. Esa es la doble moral de alguien que para mí está inhabilitado para la política.
Tenemos los medios de comunicación. La mayoría de medios o muchos medios de comunicación en España reciben dinero de LaLiga en concepto de publicidad. Estos medios muchas veces han querido que yo les diera una salvajada de millones de euros como ha hecho LaLiga, y jamás lo hice. El fútbol en mi presidencia ha ido para el fútbol. En FIFA también tenía algunos enemigos. Había una guerra entre Infantino y Ceferin. Yo como vicepresidente de UEFA fui un fuerte apoyo de Alexander Ceferin. Además, el director jurídico de FIFA fue precandidato en la Federación Española contra mí, y amigo de grandes enemigos míos como Javier Tebas o Miguel Cardenal. Se monta la tormenta perfecta contra mí pero ya venían mucho tiempo degradándome, desfigurándome, burlándose de mi acento andaluz, vendiéndome como una persona que no tiene formación mientras yo soy abogado, llevo toda la vida en el fútbol y soy un gran gestor».