La Huerta de la Mariana ya es historia en Granada. El Ayuntamiento de la capital ha derribado definitivamente el inmueble después de algo más de un mes de incertidumbre. Tras vaciar el interior de las naves durante la mañana de este miércoles, las máquinas aparecieron hacia el mediodía para llevar a cabo finalmente la demolición del cortijo, ante los ojos de la familia propietaria, que no pudo salvarla.
El Consistorio disponía ya del aval de la Justicia para proceder al derribo, después de un intento abortado por una errata en la redacción del auto judicial. Aquello no hizo más que demorar el destino del cortijo, en ruinas pero con una historia arraigada a la Vega granadina. La familia propietaria del recinto trató de evitarlo, pero la batalla concluyó con la demolición final.
Todo comenzó a primera hora de la mañana con el acceso de los operarios de Inagra al interior del inmueble para vaciarlo, paso previo a la propia demolición. La familia propietaria, allí presente, manifestó su disconformidad y alegó que el Ayuntamiento no había notificado el derribo con tres días de antelación, como está estipulado. Lo que había sucedido, no obstante, es que el envío del aviso se realizó al domicilio de la abuela, recientemente fallecida, por lo que no fue recibido.
Desde la familia defienden que el Ayuntamiento debía haber avisado a los siete herederos, así como que tendría que esperar la conformidad de los mismos para poder acceder al interior, vaciar el cortijo y posteriormente derribarlo. Era el clavo ardiendo al que se aferraban los propietarios, que, sin embargo, vieron cómo al caer el mediodía la Huerta de la Mariana se empezaba a consumir. Las excavadoras hicieron acto de presencia y comenzaron a derribar el inmueble.