A pesar de que las máquinas del tiempo todavía no se han descubierto, hay exposiciones en Málaga que te pueden trasladar a momentos del pasado. Como es el caso de ‘Tesoros de infancia. Historia del juguete español (1870-1970)’, una muestra con casi 100 juguetes originales que cuentan un siglo de creatividad e ingenio. El trampolín hacia un viaje que te llevará a la niñez de tus padres, abuelos y bisabuelos.
El Archivo Municipal de Málaga, concretamente la Sala 2 Mingorance, alberga la colección de juguetes de Quiroga-Monte. Una exposición que muestra como la historia de España puede ser contada en automóviles de hojalata, trenes de cuerda, muñecas como la Mariquita Pérez y juegos de mesa.
Juguetes ‘muy de Málaga’
En la propia exposición, hay un espacio dedicado a reliquias con guiños a Málaga. Juguetes que se han convertido en pequeñas esculturas que reflejan el paso de la historia, como el Autobús La General Imperial, que protagoniza el cartel expositivo, con rótulos de Vinos de Málaga, Coñac Principe y Cervezas Victoria, junto a Ana Sedeño Equipos de novia y la fabrica Lapeira, autora de su diseño litográfico.
Otra de las reliquias en forma de juguete, es el el zepelín que sobrevoló la ciudad en 1928. Aunque también alberga una colección de catálogos navideños de los años 20, aquellos que inspiraban a los niños malagueños, de hace más de un siglo, a elaborar su carta a los Reyes.
La Mariquita Pérez, inspirada en Marisol
Las muñecas han cambiado conforme a las tradiciones, el régimen político y la economía del país. Su forma de vestir, el maquillaje y su cabello ha seguido las tendencias propias del momento en el que se crearon. Como es el caso de la Mariquita Pérez, inspirada en Pepa Flores, o Marisol.
Las tres muñecas más conocidas de la posguerra española eran Gisela, Cayetana y la mundialmente conocida Mariquita Pérez. En la exposición, esta última aparece acompañada de hermano Juanín, realizado en las versiones «cadete» y «bebé».
Los complementos de las muñecas también reflejan el contexto en el que se fabricaron, en el caso de la Mariquita Pérez, aparece junto a una cámara réflex, la cual cuenta con la peculiaridad de que obtiene fotos de verdad, como no podía ser menos.
Reliquias como el Citroën Tiburón de Payá
La exposición cuenta con casi 100 juguetes originales de la colección Quiroga-Monte, desde Meccano y Juegos Reunidos Geyper, hasta el mítico Scalextric, los Madelman o el Citroën Tiburón de Payá. Los niños andaluces y sus juguetes también están muy presentes, como es el caso del Arre Caballito, el que se considera el primer juguete español de plástico; y clásicos creados por malagueños, como El Palé.
En cuanto a los trenes, la exposición alberga réplicas en forma de juguete hechas con cuerda, o incluso eléctricas; este último era un juguete al alcance de pocos niños. Aparece la Máquina Santa Fe con su ténder, considerada la «obra maestra» del fabricante Payá, o el vagón lleno de butacas con destino a Madrid. La exposición incluye la estación de tren y múltiples accesorios ,que complementan a las réplicas de los trenes, que existieron en la vida real.
Esta exposición se considera como un viaje lleno de creatividad e ilusión, que refleja como los juguetes pueden ser considerados obras de arte, por albergar recuerdos e historia de una forma inocente y pura.
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