El Covirán Granada regresa mañana al Palacio de Deportes para disputar su segundo partido consecutivo como local. Después del parón provocado por las ventanas FIBA, y para cerrar la mini-serie de duelos en casa tras el enfrentamiento ante el Real Madrid hace dos semanas, el equipo de Ramón Díaz se medirá a un Casademont Zaragoza reforzado y en crecimiento.
El encuentro corresponde a la novena jornada de la Liga Endesa, un tramo clave para que el conjunto rojinegro recupere sensaciones y vuelva a instalarse en la dinámica positiva.
El club afronta el duelo con dos novedades importantes como son los fichajes de William Howard y Amida Brimah, llegados para cubrir las bajas de larga duración de Elias Valtonen y Jovan Kljajic. Ambos jugadores, lesionados durante los compromisos internacionales con sus selecciones, permanecerán varios meses alejados de las pistas, lo que obligó a la dirección deportiva a reforzar la plantilla con urgencia. Howard y Brimah apenas han podido completar un entrenamiento colectivo antes del choque, lo que añade un punto de incógnita a su debut.
Refuerzos a contrarreloj para un partido clave
El impacto de las bajas ha condicionado por completo la preparación del choque. Valtonen y Kljajic, piezas importantes en la estructura del equipo, sufrieron lesiones de consideración durante los duelos internacionales que obligarán a ambos a permanecer inactivos durante varios meses. Su ausencia ha acelerado la llegada de Howard y Brimah, dos perfiles distintos pero complementarios para mantener el equilibrio competitivo del bloque.
El margen de maniobra ha sido reducido, pero la dirección técnica confía en que los nuevos fichajes puedan ofrecer minutos de calidad en un partido que exige intensidad, atención defensiva y coordinación colectiva para frenar a uno de los ataques más equilibrados de la competición. Con el calendario apretado y la necesidad de sumar victorias para estabilizar la clasificación, el cuerpo técnico considera la cita ante Zaragoza como uno de los desafíos más complejos del curso.
Un Casademont Zaragoza en alza
El rival del Covirán Granada llega al Palacio de Deportes reforzado y con argumentos suficientes para asumir un partido de alto ritmo. La incorporación, la pasada semana, de Khalifa Koumadje ,uno de los jugadores más altos de la Liga Endesa con 2,24 metros, añade un punto de intimidación interior que obligará a los de Ramón Díaz a maximizar la atención en el rebote y las ayudas defensivas. Su presencia en la zona, unida a su capacidad para modificar tiros, será uno de los retos tácticos del encuentro.
Más allá del fichaje del gigante chadiano, el Casademont Zaragoza destaca por una columna vertebral consolidada y con talento. Todos ellos exigen una defensa sostenida y coordinada para evitar parciales que marquen el rumbo del partido.
Especialmente llamativo es el rendimiento de Santi Yusta, uno de los jugadores más en forma de la liga. El exterior español promedia 18,8 puntos, 4,5 rebotes, 2,6 asistencias y 22,8 de valoración, cifras que lo sitúan entre los más destacados del campeonato. Junto a él, Bell-Haynes mantiene una media de 15 puntos, mientras que Robinson aporta 14,4 por encuentro, consolidando un perímetro ofensivo de alto nivel.
Para tener opciones de victoria, el Covirán Granada deberá ejecutar un partido de concentración máxima: controlar el ritmo, minimizar pérdidas, cerrar el rebote y repartir responsabilidades en ataque. Además, necesitará una aportación coral del vestuario, especialmente tras una semana condicionada por bajas, cambios y escasa continuidad de trabajo.
El choque de mañana se perfila así como uno de los más exigentes de la temporada para el conjunto granadino. Con la afición del Palacio como aliada y con la motivación de recuperar impulso competitivo, el Covirán Granada aspira a transformar las dificultades en una oportunidad para dar un paso adelante en su camino por afianzarse en la Liga Endesa.
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