Sevilla revive la historia de uno de los actos más emblemáticos de su Semana Santa: el primer besamanos público a la Virgen de la Macarena, celebrado en diciembre de 1925 en la parroquia de San Gil. Según Andrés Luque Teruel, historiador y asesor artístico de la hermandad, las circunstancias que rodearon aquel evento fueron tan curiosas como reveladoras de la época.
En declaraciones al programa Al Cielo de 101TV Sevilla, Andrés Luque explicó que el origen del primer besamanos público de la Macarena se debe a que la junta gestora de aquella época quiso enrabietar a Juan Manuel Rodríguez Ojeda, descartando los besamanos privados que él hacía y convirtiéndolos en actos públicos. Esto es importante matizarlo porque aquella junta expulso al diseñador macarena como oficial de la misma.
❤️ #AndrésLuque: «El BESAMANOS de 1925 se hace para ENRABIETAR a OJEDA porque él hacía un BESAMANOS PRIVADO cuando bajaban a la VIRGEN»
«Tras echarlo de la JUNTA, decidieron hacer el BESAMANOS PÚBLICO»
️ «Ahí estaba MAL VESTIDA y taparon su MANTO, para que se ENFADARA MÁS» pic.twitter.com/bRkIgnu7Ri
— AL CIELO (@AlCielo101) December 17, 2025
“Es muy sencillo: Juan Manuel hacía besamanos privados y cuando lo echan de la junta, la hermandad organiza los públicos para enrabietarlo”, aclaró el historiador.
Luque detalló que, en aquel primer besamanos, la imagen de la Virgen estaba mal vestida y la toca se colocó estratégicamente para tapar parte del manto de Juan Manuel, aumentando el efecto de provocación de la junta con el que fuera vestidor de la Virgen. Aunque bien es cierto matizar que durante aquellos años no la vistió Rodríguez Ojeda al ser expulsado de la junta de gobierno.
«En el primer besamanos la macarena estaba muy mal vestida y evidentemente, no fue ataviada por ojeda»
El historiador también recordó que, tras aquel conflicto inicial con la junta, Rodríguez Ojeda regresó en 1929, cuatro años después del primer besamanos público, y realizó importantes trabajos como el manto de Tisú y el rediseño del techo del palio rojo. Su trayectoria quedó truncada pocos meses después, cuando falleció en un accidente de tren.
Los zapatos del besamanos
Incluso se intentó vestirla con zapatos de hilo de oro, pero finalmente la propuesta no se ejecutó de manera pública. Al parecer fue una propuesta conceptual que no gustó entre los devotos. Una estampa que solo puede recordarse en fotografías ya que nunca se mostró al público.
Además, Luque advirtió que no es posible recrear exactamente la vestimenta original, ya que faltan elementos como el manto y la gran toca que se utilizaban en 1925. “Se le puede dar un aire más antiguo, pero no va a ser una copia exacta. La Virgen actual está vestida correctamente, con dignidad y belleza”, afirmó.
El relato de Luque, además de contextualizar el origen del besamanos público de la Macarena, pone de relieve las tensiones internas de la hermandad en los años veinte y cómo un gesto aparentemente devocional —abrir la veneración al público— tuvo también un trasfondo estratégico y artístico. Hoy, cien años después, aquel primer besamanos sigue siendo un hito histórico y un símbolo de la devoción sevillana hacia la Virgen de la Macarena.
La recreación en San Gil
Para conmemorar el centenario de la primera celebración del primer besamanos público de una dolorosa, la corporación ha recreado en San Gil el montaje y la vestimenta de la Virgen de aquel primitivo culto interno.
Para la ocasión, la Macarena luce el histórico manto camaronero, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, que celebra en esta ocasión su 125 aniversario, acompañado por la conocida saya del arco, obra de Sucesores de Elena Caro en el año 2000, y la réplica de la toca de los rombos, realizada por Francisco Carrera Iglesias en 2008. Además, ha sido la primera vez que el nuevo vestidor jerezano, José Carlos Gutiérrez Romero ha ataviado a la Macarena tras la salida de José Manuel Lozano.
Horarios y misas
El besamanos estará abierto de manera ininterrumpida de 9 a 20 horas en San Gil del 18 al 21 de diciembre, con un turno específico para los hermanos entre las 7 y las 9 horas de la mañana. En el día de la festividad de la Virgen, a las 20 horas, se celebrará la función solemne oficiada por Demetrio Fernández González, obispo emérito de Córdoba. También habrá misa el viernes y el sábado a las 19.30 horas con sabatina tras la eucaristía el sábado. El domingo 21, por su parte, la misa será a las 12 horas.