El sindicato UGT FICA Córdoba y la dirección de la multinacional Hitachi Energy han alcanzado un acuerdo estratégico para restablecer la normalidad laboral en la planta de la capital cordobesa. Este pacto, anunciado este viernes, supone la firma de una «paz social» que permite anular de forma inmediata las sanciones disciplinarias que pesaban sobre varios trabajadores, facilitando su reincorporación plena a la actividad.
La resolución del conflicto llega tras un proceso de negociación que el sindicato califica de «responsable». El objetivo principal ha sido desbloquear una situación de alta tensión y garantizar la estabilidad en una de las industrias más importantes de la provincia. Con este paso, los empleados afectados podrán recuperar su alta en la Seguridad Social, volver a sus puestos y percibir sus salarios con normalidad, algo vital al tratarse de fechas especialmente sensibles para la economía familiar.
Un acuerdo de «eficacia limitada»
Desde el punto de vista jurídico, el pacto se define como un acuerdo de eficacia limitada. En el ámbito del derecho laboral, esto ocurre cuando el sindicato que firma no ostenta la mayoría absoluta en el comité de empresa. Al no representar a la totalidad de la plantilla de forma automática, el acuerdo solo se aplica de manera directa a los afiliados de UGT y a aquellos trabajadores que decidan adherirse a él de forma voluntaria e individual.
Por este motivo, UGT FICA ha realizado un llamamiento público al resto de las organizaciones sindicales presentes en el comité de empresa para que se sumen a la iniciativa. Según la central sindical, la unidad de acción permitiría que todos los trabajadores sancionados, sin excepción, recuperen la tranquilidad y la estabilidad laboral que el conflicto había puesto en riesgo.
El primer paso para el nuevo convenio
La firma de este documento no supone, según aclara el sindicato, una renuncia a las reivindicaciones laborales ni una modificación de las condiciones actuales. Al contrario, se presenta como un «primer paso imprescindible» para desatascar la negociación del convenio colectivo, el documento marco que regula los salarios y derechos de la plantilla y que actualmente se encuentra bloqueado.
El concepto de paz social que rige este acuerdo implica un compromiso mutuo: las partes acuerdan mantener canales de comunicación pacíficos y permanentes para resolver discrepancias futuras, evitando medidas de presión extremas mientras dure la negociación. Es, en esencia, una tregua para permitir que el diálogo avance sin las interferencias de las sanciones o los paros.
Apoyo institucional y futuro industrial
El sindicato también ha querido enviar un mensaje de confianza a la dirección de Hitachi Energy. UGT subraya que las inversiones de la multinacional en Córdoba cuentan con un respaldo unánime de las instituciones, mencionando explícitamente el apoyo del alcalde de la ciudad, José María Bellido, y del presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, además de diversas fuerzas políticas.
Finalmente, la organización sindical insiste en que el futuro sólido del empleo industrial en Córdoba depende directamente de la capacidad de diálogo. Instan a la serenidad y a la responsabilidad colectiva para asegurar que la planta no solo mantenga su producción, sino que se consolide como un referente de empleo de calidad y seguridad jurídica en la provincia.
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