El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) ha publicado este viernes el acuerdo aprobado por la junta de gobierno local el pasado 14 de agosto para iniciar la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga, con el fin de regular el uso residencial y turístico y adaptarlo a la actual situación social y económica de la ciudad.
De forma paralela y, tal y como prevé y posibilita el apartado 2 del artículo 6 del Decreto-Ley 1/2025 andaluz, de 24 de febrero, se procederá a la suspensión de las nuevas viviendas de uso turístico durante un periodo máximo de tres años o hasta tanto se apruebe la modificación normativa propuesta si se produce antes.
En concreto, se declara, ya que concurren razones imperiosas de interés general, que durante el período mencionado el uso residencial de una vivienda no habilita por sí mismo la posibilidad de destinarla a vivienda de alojamiento turístico, quedando suspendidas en todo el término municipal. A partir de este sábado 23 de agosto, dicha suspensión se hará efectiva.
El Ayuntamiento ha informado de que también se ha comunicado esta decisión a la Junta de Andalucía, solicitando que impida nuevas inscripciones en el registro de viviendas de uso turístico (VUT) y anule el procedimiento automático de inscripción mientras dure la suspensión.
Así, esta nueva medida constituye la tercera fase ya prevista por el Consistorio que consiste en esta modificación de la normativa turística del Plan General, para la regulación de los distintos usos turísticos y nuevos modos de uso residencial y avanzar en la calidad de los establecimientos turísticos de la ciudad, ha indicado el Ayuntamiento en un comunicado.
La modificación del PGOU de 2011 pretende introducir cambios estratégicos que aclaren el régimen de usos y permitan a la administración disponer de herramientas de control y planificación tanto en suelo urbano consolidado como en futuros desarrollos. Los principales objetivos son reconocer el uso turístico como distinto del residencial, establecer condiciones específicas para su implantación y dotar de un marco jurídico claro para la regulación, la suspensión de licencias o la zonificación.
La revisión normativa buscará también analizar la evolución de los alojamientos turísticos hacia modelos más flexibles, sostenibles y digitales, así como estudiar su impacto en la vivienda y la movilidad residencial. Para ello, el Ayuntamiento contrató en abril a un equipo especializado (inAtlas) que ha detectado un crecimiento de la presión turística residencial en la ciudad: el número de barrios con un aumento superior al 8% pasó de 43 a 53 entre 2024 y julio de 2025, lo que representa ya el 16,7% de los 317 barrios de Málaga, mientras otros 29 presentan crecimientos cercanos al 8%.
Ante esta tendencia, el Consistorio considera necesario un periodo de reflexión para definir medidas adecuadas que regulen este uso y proteger el derecho a la vivienda, por lo que ha optado por suspender las nuevas autorizaciones mientras se aprueba la modificación urbanística. La decisión se fundamenta en la existencia de razones de urgente necesidad e interés general, y busca compatibilizar la actividad económica vinculada al turismo con la sostenibilidad del modelo urbano y la preservación del interés colectivo.
No se trata de una prohibición definitiva, sino de una medida cautelar que afecta exclusivamente a las viviendas de uso turístico y no al resto de usos terciarios de hospedaje. Durante el plazo máximo de tres años que dure esta suspensión, el uso residencial de una parcela no habilitará por sí solo la conversión en alojamiento turístico sin la obtención de licencia o la presentación de la declaración responsable que lo permita conforme al nuevo planeamiento.