En las últimas semanas, la presencia del dragón azul (Glaucus atlanticus) en distintos puntos del Mediterráneo ha despertado la curiosidad —y también la alarma— de bañistas y medios de comunicación. En Málaga, se han registrado apenas un par de avistamientos, pero suficientes para que surjan preguntas sobre este diminuto y llamativo molusco que parece salido de un cuento fantástico. A pesar de que se han llegado a cerrar playas, lo cierto es que el dragón azul, de momento, no supone una preocupación. Lo cierto es que ni siquiera tiene veneno propio.
«El dragón azul no produce veneno, pero sí es capaz de almacenar el de sus presas, en especial el de la carabela portuguesa», así lo explica el experto Jesús Bellido, asesor científico de la Fundación Aula del Mar, que aclara las particularidades de este sorprendente animal marino para que se entienda mejor su aparición en las playas mediterráneas.
Un molusco diminuto con colores espectaculares
“El dragón azul es un nudibranquio, un tipo de molusco similar a una babosa de mar, aunque mucho más vistoso”, explica Bellido. Con apenas 4 o 5 centímetros de longitud, su forma y sus tonos azulados y plateados lo convierten en un auténtico espectáculo para quien se lo encuentra.
A pesar de su tamaño reducido, es un depredador especializado. Una de sus presas favoritas es nada menos que la temida carabela portuguesa, un organismo colonial parecido a una gran medusa cuyas dolorosas picaduras preocupan cada verano en el litoral andaluz.
¿Un animal venenoso?
La inquietud de los bañistas tiene fundamento: el dragón azul no produce veneno propio, pero sí es capaz de almacenar y concentrar el de sus presas, especialmente el de la carabela portuguesa. “Si este nudibranquio ha estado alimentándose de carabelas, puede acumular una alta carga de toxinas. En caso de contacto con la piel humana, la picadura sería muy dolorosa”, señala el asesor científico.
Eso sí, Bellido insiste en no generar alarma: “Hablamos de algo excepcional. En Málaga, hasta ahora, solo se ha detectado un ejemplar en Mijas, y los socorristas lo retiraron inmediatamente. No ha habido ninguna incidencia de picadura”.
Precaución sin alarmismo
¿Qué hacer si aparecen en la playa varios ejemplares? Según Bellido, la respuesta es clara: aplicar protocolos de seguridad. “Se puede llegar a cerrar la playa y prohibir el baño hasta asegurarnos de que no hay riesgo para los usuarios. Me parece lo más lógico”, afirma. Esto es lo que ha ocurrido en el municipio alicantino de Guardamar del Segura, donde esta semana varias playas han sido cerradas por el Ayuntamiento debido a la presencia de varios ejemplares.
“La novedad del dragón azul ha generado cierta alarma social, pero de momento no supone una preocupación. Es más una curiosidad que otra cosa”, incide el experto.
¿Por qué aparece ahora en el Mediterráneo?
La explicación, como casi siempre en el mar, tiene que ver con corrientes y condiciones ambientales. “Los mismos factores que favorecen la llegada de la carabela portuguesa —corrientes procedentes del Atlántico, temporales, temperaturas del agua— son los que facilitan la llegada de su depredador, el dragón azul”, apunta Bellido.
Aunque todavía falta investigación para entender bien la dinámica entre presa y depredador, el fenómeno resulta fascinante desde el punto de vista científico: “Estamos aprendiendo a conocerlo. Lo importante es informar a socorristas y bañistas, aplicar protocolos y, sobre todo, disfrutar del mar con precaución”, concluye.
Más noticias de 101TV en las redes sociales: Instagram, Facebook, Tik Tok o X. Puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo informativos@101tv.es