Con el propósito de favorecer la inserción laboral de las personas con discapacidad intelectual en Granada, Aldeas Inclusiva desarrolla diferentes iniciativas que permiten que tengan una oportunidad para impulsar su autonomía. El Centro Especial de Empleo es el corazón de la organización y ofrece trabajo de calidad para personas con discapacidad intelectual. En la línea de Manipulados, ubicada en el Polígono de Asegra, 35 personas con discapacidad trabajan de forma estable, lo que les permite tener unos ingresos, «ser independientes» y «poder desarrollar sus proyectos de vida como cualquier otra persona», tal y como destaca Chema Burgaleta, director general de Aldeas Inclusivas en Granada.
«El trabajo de calidad dignifica a la persona. Lo que yo experimento como directivo es que, prestándoles los apoyos necesarios, estas personas no tienen límites. Todo lo que se les propone lo acaban alcanzando. Tienen un nivel de desempeño altísimo. La calidad de los trabajos que realizan son elevadísimas y eso a ellos les devuelve una sensación de felicidad, de satisfacción, de realización personal y, sobre todo, de capacidad», destaca.
Las personas con discapacidad tienen que superar muchas dificultades a lo largo de su vida y el hecho de poder contar con un trabajo de calidad supone «un motor de desarrollo personal muy fuerte», remarca Burgaleta. «Ven que son autónomos, que pueden desarrollar sus proyectos de vida como cualquier otra persona: comprarse un coche, hipotecarse o tener familia. El empleo y el apoyo que les prestamos es clave», apunta.
Ignacio Molina es un trabajador ya veterano en el Centro de Empleo de Aldeas Inclusiva, donde lleva 23 años. Trabaja para Ecoembalajes, una empresa que se dedica a hacer cajas para panaderías o perfumerías. Este empleo le ha permitido «aprender bastante» y, sobre todo, «tener independencia», comenta. Ignacio se siente «muy arropado» en su puesto de trabajo, donde comparte labores con “gente que también tiene discapacidad y circunstancias similares”, lo que le permite sentirse a gusto.
Yolanda Rodríguez también es una de las trabajadoras fijas en el Centro de Empleo de Aldeas Inclusiva, donde comenzó hace ya 21 años. Este trabajo le permite «sentirse bien» y «tener dinero para los gastos del día a día», destaca. Su larga experiencia ya en este puesto de trabajo hace posible que pueda ayudar también a los nuevos empleados a los que siempre les aconseja que «no se pongan nerviosos y hagan el trabajo tranquilos».
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En este Centro de Empleo realizan tareas de etiquetados, envasados y montajes sencillos para empresas que pertenecen a sectores que van desde la artesanía a la cosmética y que están comprometidas con el empleo de personas con discapacidad. Burgaleta explica que es «el final de una cadena de producción y estas personas, de forma manual, finalizan la producción con ese tipo de trabajos».
En su día a día, los trabajadores del Centro de Empleo cuentan con el apoyo de una persona que «se encarga de ayudarles para que hagan bien su trabajo». «En picos de producción, contamos con más personal en esta línea de Manipulado. El año pasado tuvimos una contratación de 67 personas», explica.
Además de ofrecer empleo de calidad para las personas con discapacidad, Aldeas Inclusiva también
apoya la inclusión social de las personas con discapacidad con un acompañamiento integral que abarca ámbitos como la formación, la familia, la vivienda, la salud o la participación en la comunidad para que puedan tener una vida en igualdad de oportunidades.
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