La tesitura económica en que se ha encontrado el Granada obligó a realizar un plantel de circunstancias para afrontar el presente curso. Una plantilla con la que, según ha asegurado en rueda de prensa Alfredo García Amado, «Pacheta está satisfecho». Sin embargo, no oculta una serie de fracasos deportivos que, como herencia, dejan un vestuario cogido con pinzas y una grieta en la hinchada. Una dirección errática adquirida por la entidad, pero sin depuración de responsabilidades: «El día que a quien corresponda considere oportuno que me tenga que ir, me iré».
«Tampoco podíamos demostrar excesiva debilidad, porque no es lo mismo vender a un futbolista en una situación que en otra», ha esgrimido acerca del plantel con que se ha quedado el equipo. «Se han producido incorporaciones de jugadores que entendíamos que seríamos capaces de inscribir tarde o temprano pero que no queríamos dejar escapar, como ha sido el caso de José Arnaiz o Jorge Pascual», ha aclarado sobre los problemas para alistar a los efectivos.
García Amado: «Tenemos un desfase presupuestario importante sin la ayuda al descenso»
En este sentido, ha precisado que esta circunstancia se dio también por tratar de sacar el mayor rédito económico del traspaso de Lucas Boyé. «Si nosotros le vendemos una semana antes en menos dinero, habríamos podido inscribir a todos los futbolistas y habríamos tenido muchas menos críticas, pero no era lo que queríamos hacer», se ha encogido, para después considerar que existe «equilibrio» en el vestuario rojiblanco.
Para lidiar con la situación, «el único jugador por el que se ha invertido es Faye, una cantidad al Betis», a lo que ha añadido que «con Rubén Alcaraz y Álex Sola hay comprometido un gasto salarial menor de lo que computa LaLiga y va al límite». «No queda más que bajar los gastos y aumentar los ingresos. Eso tiene que ser paulatino», ha ahondado, para concluir que el Granada debe ser «capaz de generar futbolistas susceptibles de ser vendidos, captar bien, jugadores nacionales o internacionales, que te puedan producir retorno».
Casos de Weissman, Stoichkov y Hongla
Con mayor detenimiento ha precisado la resolución de algunas salidas. Con respecto a la marcha de Shon Weissman, rescindido finalmente, ha reconocido que su traspaso al Fortuna Düsseldorf era una operación «cerrada». «Por cuestiones políticas, cuando el chico estaba allí y había pasado el reconocimiento médico, el club decide que no le va a firmar», ha sintetizado.
La otra salida analizada fue la de Stoichkov. «En ningún momento hemos tenido ninguna oferta de venta por él en todo el verano. La única que hemos tenido es una oferta de cesión, que en su momento entendimos que no era lo que nosotros necesitábamos», ha puntualizado. Sin embargo, finalmente salió a préstamo al Deportivo de La Coruña, pero porque esta operación ofrecía condiciones que no surgieron en la posibilidad anterior. «Accedimos a esta cesión en ese momento y no antes porque venía Mohamed Bouldini», ha resuelto García Amado.
Hubo más futbolistas que salieron sin dejar ingresos en las arcas, aunque no a todos se les propuso renovar. «A Mariño sí le hicimos una oferta de un año más otro por partidos. Él exigía dos temporadas», ha especificado. También sucedió con Ricard Sánchez y Miguel Ángel Brau, pero «consideraron que no eran suficientes». «Se entendió que Neva había terminado su etapa en el club», ha agregado.
Quienes se han quedado son Luca Zidane, por quien ha afirmado que no hubo ninguna oferta firme, y Martin Hongla, en la rampa de salida desde el inicio del verano. «Está con la selección. Cuando venga, se incorporará a las órdenes del míster, de Pacheta. Existen mercados abiertos todavía y no tenemos ninguna oferta en firme por Martin. Si llegase, la valoraríamos y consensuaríamos con el cuerpo técnico», ha ahondado acerca del camerunés, para seguidamente avanzar que la siguiente prioridad en la plantilla será renovar a Pablo Sáenz y Rodelas.
Gestión y dimisión
Estos movimientos se continuarán ejecutando sin la figura de un director deportivo, como ha indicado, al considerar que «al final, es lo mismo» operar de la manera en que el club lo viene haciendo desde la salida de Matteo Tognozzi. Una gestión que, sin embargo, chirría en la hinchada, por resultados y por otros condicionantes. Entre ellos, la participación accionarial de Alfredo García Amado con la agencia de representación Mesas Sport.
«Tengo una participación en esta empresa y también tengo otra participación en el Sporting de Gijón, para evitar un posible conflicto de intereses en este asunto, cada vez que hay una operación por un posible jugador de esta empresa, yo me quito de en medio», ha afirmado a este respecto. «El único jugador en siete mercados que ha venido de Mesas y ha generado algo de comisión ha sido Miguel Rubio», ha desarrollado en la misma línea.
Pese a ello, el descontento de la hinchada es palpable y ha derivado en la movilización de distintos grupos en pos de su dimisión y la venta del club. «Entiendo perfectamente a la afición. igual que nosotros, estamos descorazonados porque el equipo lleva un punto de doce. Aceptamos las críticas con total normalidad. No son agradables. Entiendo que la afición puede expresarse como estime oportuno siempre que haya respeto y no se llegue al insulto ni la violencia. Todo el mundo es libre de expresar su voluntad», ha esgrimido. «Ahora mismo, no me quita ni un minuto de mi tiempo ni de mi esfuerzo en dar lo mejor para que el Granada camine hacia donde tiene que caminar», ha alargado.
Así ha sido la rueda de prensa de Alfredo García Amado sobre la actualidad del Granada CF
No obstante, ha matizado que «no le puedes pedir a alguien que es dueño de algo que se vaya, hay que comprarle la propiedad». «Hacemos reflexión. Nadie esquiva la situación ni escapa de las críticas. La parcela deportiva no ha dado los frutos que todos considerábamos oportunos», ha justificado, para insistir en que asume «el riesgo de este sector». «Si en algún momento, quien tiene que tomar la decisión entiende que me tengo que ir, me iré», ha sentenciado.
No obstante, ha asegurado sentirse «respaldado por la propiedad». «Mi relación con Javier Aranguren y Sophia Yang es magnífica. Más con Javier, que está todo el día encima de nosotros y de la situación del club. Entendería en cualquier momento cualquier toma de decisión. La situación no es agradable para nadie», ha profundizado.
Sin novedades respecto al caso Líbero, Alfredo García Amado ha abordado en última instancia precisamente la posibilidad de una venta del Granada. «Es un club muy atractivo y constantemente nos llegan intereses, llamadas… Algo en firme que convenza a la sociedad y al administrador judicial de Luxemburgo, de momento no hay nada. Es lo que me transmiten. Intereses, muchos. Nos llaman», ha zanjado.