El Bioparc Fuengirola ha encontrado la solución para afrontar las altas temperaturas del verano y su afectación a los animales más exóticos que tienen en su zoo: repartir helados personalizados para cada especie. Se trata de una medida llamativa y esperada en la temporada en la que el calor no da tregua y que atiende a necesidades dietéticas y biológicas, a la vez que refresca. Polos para un periodo estival que hace estragos en Málaga y particularmente a los animales que habitan el lugar.
El objetivo, según han comunicado desde Bioparc, parte de un plan de enriquecimiento ambiental diseñado por el equipo técnico del parque para estimular los sentidos y el comportamiento natural de los animales, al tiempo que les ayuda a sobrellevar las altas temperaturas.
Los ingredientes para cada animal varían en función de sus necesidades. Pueden llevar fruta, zumos naturales, insectos, carne e incluso sangre, si así lo requiere la nutrición de la especie a la que va de dedicada. Con ello, los orangutanes y chimpancés se sorprenden saboreando bloque frutales; los pequeños titís manipulan los helados con curiosidad, los lémures aprovechan los momentos más frescos del día para saborear combinaciones de frutas, y el sigiloso leopardo encuentra una forma estimulante de refrescarse con enriquecimientos cárnicos.
Cualquier animal puede disfrutar de un helado
La iniciativa está pensada para cualquier animal, desde grandes mamíferos hasta aves, reptiles y pequeños primates cumpliendo, según el equipo de cuidadores de Bioparc Fuengirola no solo con una «función refrescante» sino además estimulante en lo que se refiere al «comportamiento natural de las especies» invitándolas a «explorar, jugar, resolver retos y mantenerse activos», algo que recalcan como esencial «para su salud física y emocional».
Así, avalan este tipo de acciones como modelo de conservación avanzado que integra ciencia, ética y sensibilidad, con el objetivo de garantizar a cada animal una vida plena, adaptada a sus necesidades naturales y con los máximos estándares de bienestar. Pues basándose en estudios, con estas medidas, además, promueven que los animales estén expuestos regularmente a estímulos cognitivos y sensoriales para mantenerles en mejor estado, con menos estrés y con una vida más activa.
Los visitantes que acudan durante el verano podrán observar estos enriquecimientos en acción y descubrir cómo pequeños gestos cotidianos, como un helado, pueden tener un gran impacto en la vida de los animales. Cada jornada puede ofrecer escenas únicas y sorprendentes, desde el juego de los titís hasta el majestuoso leopardo saboreando su recompensa.