El 13 de noviembre de 2024 ya está marcado en la historia de la provincia de Málaga por unas inundaciones que tuvieron especial incidencia en la comarca del Valle del Guadalhorce y en La Axarquía. Allí, en la zona oriental, la ‘zona cero’ de la dana fue Benamargosa, un municipio que copó titulares a nivel nacional por la riada que sembró el pánico y sobre todo dejó mucha incertidumbre en la zona. Un año después, en esta coqueta localidad axárquica hay secuelas de aquellas anegaciones por el desbordamiento del río.
«Fue una pesadilla, tanto yo como el resto de los vecinos sufrimos una pesadilla», explica Salvador Arcas, el alcalde de Benamargosa (PSOE). El regidor recibió visita de las autoridades, entre ellas la del presidente de la Junta, Juanma Moreno, que conoció la historia de Antonio, un vecino centenario que nunca había visto algo igual en su siglo de vida.
«Diputación se está portando muy bien»
Según detalla Arcas, han echado en falta más ayuda por parte del Gobierno andaluz: «Vinieron aquí, nos dijeron que nos iban a dar de todo y han sido solamente 25.000 euros», resalta el regidor mientras que fuentes de la Delegación de la Junta aseguran que fueron operarios autonómicos y el sistema de emergencias el que ayudó a quitar el barro y que en el momento caótico estuvo ayudando intensamente a la población ‘mangurrina’, el gentilicio cariñoso de la gente de Benamargosa.
«El Gobierno central lo mismo, aquí estuvo el subdelegado (Javier Salas) y que si fotito por aquí y fotito por allá, pero luego nada», explicar el alcalde socialista, que sí tiene palabras buenas para la institución provincial por el apoyo que les han ofrecido en el último año: «La Diputación se está portando muy bien», esgrime el alcalde que se tuvo que enfrentar a una auténtica catástrofe natural en un final de 2024 que estuvo marcado por la tragedia de la dana de Valencia con caja de resonancia también en puntos de Málaga y Andalucía.
Un pueblo enfangado y negocios que lo perdieron todo

«Estaba asustada y todavía me acuerdo diciendo ¿cómo pudo pasar eso?», explica en su negocio Tatiana Kakorina, que detalla cómo se quedó sin congeladores, horno y muebles. Tuvo que comprar todo bueno. «Gracias al pueblo porque todo el mundo limpió y ayudo para que esto se recuperara, empujamos con la excavadora para abrir la puerta», rememora sobre el lado positivo de aquello».
«La normalidad tardamos unos cuantos meses. Fue un desastre, aquí mismo un metro de agua con todo eléctrico y maquinaria. Se tardó bastante tiempo en abrir los negocios y limpiar todo», explica Charo González desde su local que el año pasado quedó totalmente inutilizado. «Vino mucho gente de fuera a ayudarnos, familias que viven en otros pueblos y echaron un mano», relata esta vecina con la emoción todavía un año después.
Aunque si alguien simboliza aquella riada es Antonio Gutiérrez, que a sus 101 años y desde la sensatez que aporta más de un siglo de experiencia todavía es capaz de impresionarse con aquel río desbordado que fue sin duda una de las principales imágenes de aquel 13 de noviembre de 2024 que nunca se olvidará en Málaga.