Antequera vivió este domingo 5 de octubre una de sus citas marianas más significativas con la procesión de su Copatrona, Nuestra Señora del Rosario. Desde la iglesia de Santo Domingo partía, a las once y media de la mañana, el cortejo procesional tras la celebración de la primera misa del triduo en honor a la Virgen, dando así inicio a una jornada de gran devoción y recogimiento en el casco histórico de la ciudad.
El itinerario llevó a la imagen por calles emblemáticas de su feligresía como Cuesta del Viento, Pasillas, Peñuelas, para llegar al centro por Carreteros, y procesionar por Comedias, Cantareros, Lucena y San Agustín, hasta alcanzar la plaza de San Sebastián. Poco después de las dos de la tarde, la Virgen del Rosario regresaba a su templo subiendo por la Cuesta de la Paz, tras más de dos horas de recorrido, entre muestras de fe, petaladas y música. Precisamente, el acompañamiento musical ha estado a cargo de la Unión Musical Hispalense, cuyas marchas procesionales dieron emoción al caminar de la imagen por las calles antequeranas.
En el cortejo también destacaron los trabajos de conservación realizados en algunos de sus enseres patrimoniales, como los dos faroles procesionales. Especialmente notable fue la restauración del farol del Padrenuestro, al que se le ha consolidado su estructura, repuesto los cristales dañados y elaborado nuevos arcos repujados, recuperando así su esplendor original.
Asimismo, pudo verse ya en procesión la segunda fase de la restauración de la peana de la Virgen, en la que el orfebre José Cantos ha completado seis nuevas cartelas en plata de ley, devolviendo al conjunto su diseño primitivo y reforzando su valor artístico y devocional. La cofradía continúa además con labores de conservación de los mantos, este año trabajando en el de color coral.
Los cultos en honor a la Virgen del Rosario continuarán en los próximos días con la celebración del rezo del rosario y la exposición del Santísimo los días lunes y martes a las 19:30 horas, seguidos de la Eucaristía a las 20:00 horas en la iglesia de Santo Domingo, con motivo de su festividad de cada 7 de octubre.