Algunos de los principales medios británicos han puesto nombre y pasado a los dos hombres asesinados a tiros en Fuengirola este fin de semana. Según informan la BBC, Daily Record y The Scottish Sun, las víctimas son Ross Monaghan y Eddie Lyons Jr., dos figuras conocidas en el crimen organizado escocés, supuestamente ligadas al violento clan de los Lyons de Glasgow.
Los titulares han sido contundentes. “Scots gangsters Ross Monaghan and Eddie Lyons Jnr shot dead in Spain”, publicaba el Daily Record en su edición digital del domingo, junto a una fotografía de ambos. La BBC, por su parte, destacaba que “Two Scots shot dead in Spain had criminal gang links”, subrayando sus antecedentes y el contexto de bandas rivales en el que encajan sus muertes.
Un historial criminal
Ross Monaghan, de 41 años, no era ajeno a la violencia. En 2017 se trasladó a la Costa del Sol tras sobrevivir a un intento de asesinato a plena luz del día en Glasgow, cuando fue tiroteado al dejar a su hija en la escuela. En 2012, fue absuelto del asesinato de Kevin ‘Gerbil’ Carroll, un miembro de alto perfil del clan rival de los Daniels. Según los medios escoceses, Monaghan era además propietario del pub irlandés frente al que ocurrió el crimen.
Eddie Lyons Jr. también arrastraba un historial similar. En 2010 resultó herido en otro tiroteo, ocurrido apenas unos días antes de la muerte de Carroll, lo que reforzó las sospechas sobre una guerra abierta entre ambas organizaciones criminales. Tanto él como Monaghan formaban parte, según las publicaciones británicas, de una estructura criminal dedicada al narcotráfico y otros delitos graves en Escocia.
Ajuste de cuentas en el paseo marítimo
El crimen ocurrió alrededor de las 23:30 horas del sábado 31 de mayo, tras la final de la Champions League. Un encapuchado descendió de un vehículo y disparó varias veces contra un grupo de personas que se encontraba en la terraza de un bar en el número 106 del paseo marítimo de Fuengirola, una zona turística muy frecuentada. Testigos relataron que los disparos se confundieron en un primer momento con fuegos artificiales, hasta que vieron a las víctimas desplomarse.
Al menos una decena de personas presenciaron la escena. “Vi a un hombre apuntando y disparando, salimos todos corriendo”, explicó el dueño de un bazar cercano, que se refugió en su tienda junto a varios clientes. Las primeras hipótesis de la investigación apuntan a un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas, aunque no se descartan otras líneas. Las víctimas murieron en el acto y hasta el momento no hay detenidos.
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